Tras el recorte del rating a España

El argumento base de la decisión es el deterioro económico que resta margen de maniobra al Gobierno.

De forma inesperada (seguimos pendientes de la decisión de Moodys, en principio durante este mes de octubre, que podría significar perder el nivel de inversión) ayer S&P anunció un descenso de dos escalones en su valoración de la deuda pública española, hasta niveles de BBB-. Y fijó el outlook en negativo.

El argumento base de la decisión es el deterioro económico que resta margen de maniobra al Gobierno. Y el deterioro de las perspectivas refleja tanto el mayor riesgo sobre el crecimiento futuro, sobre el cumplimiento del presupuesto y ante la ambigüedad en Europa a la hora de poner encima de la mesa medidas claras que reconduzcan la crisis (o la ambigüedad en aplicar las medidas ya acordadas).

De las tres grandes agencias de rating, Moodys debe dar su opinión desde el nivel Baa3 también con outlook negativo. Pero aplaza su decisión desde finales de agosto. En el caso de Fitch, el rating que asigna a la deuda española es de BBB. En este caso también con outlook negativo.

Más en concreto, estas son las razones ofrecidas ayer por S&P para justificar su decisión:

-La profundidad de la recesión que limita las opciones de política del Gobierno

-El creciente desempleo y los recortes de gasto van a generar un mayor descontento social y aumentar las tensiones entre el Gobierno central y las autonomías

-Las dudas entre algunos gobiernos europeos para mutualizar los costes de la recapitalización de los bancos

-El outlook negativo refleja tanto los riesgos significativos para el crecimiento en España y del presupuesto, como la ambigüedad en las medidas a tomar en Europa

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S&P espera que la economía española caiga en 2013 un 1.4 %, tras el descenso del 1.8 % que espera sufra este año. Alude a los procesos de desapalancamiento del sector privado y del público. La demanda externa es positiva, pero no lo suficiente.

La agencia también advierte de los elevados costes de financiación de las pequeñas y medianas empresas, con tipos promedio hasta agosto del 6.6 % en préstamos de más de cinco años frente al 4.8 % en 2009. Pero considera que, más que el coste el principal problema al que se enfrenta el sector empresarial español es el acceso al crédito. Alude a un descenso del volumen de crédito desde 2008 hasta agosto equivalente al 12 % del PIB.

La agencia valora de forma positiva las medidas de reforma aprobadas, pero no espera un mayor impacto positivo a corto plazo. Considera que la indefinición del Gobierno a la hora de acudir a la asistencia financiera que le ofrece ESM, que podría estabilizar y mejorar el acceso a la financiación, como negativo para el rating.

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