Spotify abre una nueva era en la forma de salir a bolsa

De una compañía rompedora como Spotify, que recuerden, ha sido capaz de conseguir algo que parecía imposible, que 70 millones[…]

De una compañía rompedora como Spotify, que recuerden, ha sido capaz de conseguir algo que parecía imposible, que 70 millones de personas paguen mensualmente por oír música cuando la piratería en este sector se había convertido en un deporte a nivel mundial, se podía esperar algo diferente en su salida a bolsa en Estados Unidos. Pero la estrategia tan singular que ha puesto en marcha ha superado todas las expectativas.
Su salto al parqué ya era de por sí arriesgado. Coincidía con un momento de alta tensión para las compañías tecnológicas, que siguen pagando en bolsa la filtración de Facebook de los datos de 50 millones de personas para influir a favor de Donald Trump en las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos. Y también están sufriendo por los furibundos ataques del propio Trump a Amazon a través de Twitter. El presidente de EEUU acusa a la compañía presidida por Jeff Bezos del cierre de miles de negocios minoristas y de pagar pocos impuestos y los títulos de Amazon y del resto de compañías tecnológicas no levantan cabeza.

A este escenario de alta tensión había que unir  otras serias dificultades, como que los números de Spotify no cuadran. No para de acumular millonarias pérdidas en los últimos años, a pesar de cuadriplicar las ventas. Pero es que de cada dólar que ingresa, los derechos de autor se llevan más de 80 centavos. Así es casi imposible ser rentable.

A pesar de todo, la compañía fundada por Daniel Ek decidió salir a cotizar de un modo apenas visto entre las grandes empresas, con una colocación directa de sus acciones. Renunció a la oferta pública convencional, a los servicios de los bancos que actúan como colocadores, al habitual proceso de 'roadshow' previo al debut bursátil, a la fijación de un precio inicial para sus acciones e incluso al tradicional toque de campana con el que se recibe una nueva compañía en Wall Street. Se ha saltado todos los pasos que hasta ahora acompañaban una salida a bolsa. Spotify se ha ahorrado mucho papeleo y sobre todo muchísimo dinero. Y esto ha provocado muchos recelos en Estados Unidos y ha abierto un gran debate, vinculado precisamente a si otras grandes compañías del sector como Airbnb o Uber pueden seguir este mismo camino de bajo coste para llegar al parqué. Esto puede dar un vuelco total a un modelo que hasta estos momentos nadie se había atrevido a cuestionar.

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