Si tú estás gorda, yo más: así son las hembras suricato

El tamaño importa, y mucho, al menos en el caso de los suricatos. Estos animales del sur de África viven[…]

El tamaño importa, y mucho, al menos en el caso de los suricatos. Estos animales del sur de África viven en grupos de hasta 50 individuos, pero es una sola pareja dominante la que monopoliza casi por completo la reproducción, mientras que los subordinados ayudan a aumentar la descendencia a través de la alimentación y el cuidado de las crías. Dado que sólo una pequeña minoría de individuos llega a la cumbre social, la competencia por convertirse en padres es intensa en ambos sexos y las hembras son inusualmente agresivas entre sí.

Dentro de los grupos, las hembras subordinadas se clasifican en una jerarquía basada en la edad y el peso, formándose una especie de «cola de reproducción». Cuando mueren la hembra dominante, generalmente es sustituida por su hija mayor y más pesada, aunque las hermanas más jóvenes a veces superan a las mayores y pueden volver a colocarlas en la cola de reproducción.

Científicos de la Universidad de Cambridge han realizado un curioso experimento con estos animales en estado salvaje en el Kalahari. Los investigadores identificaron pares de hermanas y aumentaron artificialmente el crecimiento del miembro más joven de cada par alimentándole tres veces al día con huevo duro.

Un investigador pesa a los suricatos
Un investigador pesa a los suricatos- Tim Clutton-Brock

Los científicos las pesaron diariamente durante tres meses. Los resultados, publicados en la revista Nature, muestran que el aumento en el crecimiento de las hembras más jóvenes estimuló a sus hermanas mayores para aumentar su ingesta diaria de alimentos y subir de peso en un intento de superar a sus rivales. Es más, cuanto más engordaba la hermana pequeña, más lo hacía la mayor.

Estos resultados sugieren que las hembras de suricato hacen grandes esfuerzos para asegurarse de que no son superadas en tamaño y condición social por las advenedizas más jóvenes y más pesadas.

Pero el crecimiento competitivo no se detiene allí. Si un suricato hembra llega a ser una criadora dominante, su período en el papel (y su éxito total en la cría) es más largo si ella es sustancialmente más pesada que la subordinada más pesada de su grupo.

Durante los tres meses después de la adquisición de su nueva situación, las hembras dominantes ganaron más peso para reducir el riesgo de ser usurpadas. Aunque ya eran adultas, aumentaron de peso durante los primeros tres meses después de la adquisición de la posición dominante, y la magnitud de su aumento de peso fue mayor si la subordinada más pesada en su grupo se le acercaba en peso.

Crecimiento competitivo

Un momento de la investigación
Un momento de la investigación- T.C.B.

Esta es la primera evidencia de un crecimiento competitivo en los mamíferos. Los autores del estudio sugieren que otros mamíferos sociales, tales como animales domésticos, primates e incluso los seres humanos, también podrían ajustar sus tasas de crecimiento a las de la competencia. «El tamaño sí importa, y es importante para mantenerse en la cima», apunta el autor principal del estudio, Tim Clutton-Brock.

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«Nuestros hallazgos sugieren que los subordinados pueden realizar un seguimiento de los cambios en el crecimiento y el tamaño de los potenciales competidores a través de interacciones frecuentes, y los cambios en la tasa de crecimiento también pueden estar asociados con señales olfativas que los rivales pueden recoger», dice el investigador.

Juegos de suricatos
Juegos de suricatos- Russell Venn

«Los suricatos son intensamente sociales y todos los miembros del grupo participan en juegos de lucha y persecución, sobre todo las crías. Dado que viven juntos en tal proximidad e interactúan muchas veces al día, no es sorprendente que los suricatos individuales sean capaces de controlar mutuamente su fuerza, el peso y el crecimiento».

Los suricatos machos abandonan el grupo de su nacimiento cuando alcanzan la madurez sexual e intentan desplazar a los machos en otros grupos, y aquí, también, el más pesado a menudo se convierte en dominante. Los investigadores encontraron una estrategia similar de la competencia de aumento de peso en los machos subordinados.

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