Más palos para el sector bancario

Advertíamos la semana pasada que algo se está moviendo bajo nuestro pies, como expresión del mal ambiente y la tendencia[…]

Advertíamos
la semana pasada que algo se está moviendo bajo nuestro pies, como expresión
del mal ambiente y la tendencia bajista que predominaba en los mercados.  Y en la última semana tal sentimiento no ha
hecho más que confirmarse con el agravamiento de todos aquellos factores que
amenazan la posibilidad de cualquier recuperación. Él Brexit camina como pollo
sin cabeza hacia ninguna parte; se consolida la guerra comercial que está
produciendo sus perversos efectos en las economías
; Italia insiste en
convertirse en el país rebelde de la Unión Europea; mientras en España, el
trámite de la presentación y aprobación de los Presupuestos para el 2019 se ha
convertido en el primer test de una campaña electoral que promete ser infinita. 

En tal ambiente es comprensible que los índices bursátiles desciendan hasta
niveles desconocidos desde hace dos años con la consiguiente desvalorización
para las carteras de los ahorradores/inversores. Sólo en medio de esta situación
puede uno explicarse que en solo una semana una entidad financiera online
oferte una cuenta corriente al 0,5 por ciento de interés anual, mientras un
gran banco propone una inversión en valores del Ibex-35 a cinco años con una
rentabilidad no garantizada pero máxima del 0,45 anual. Y todo ello con unas
previsiones de inflación cercanas al 2 por ciento. No son, sin duda, buenos
tiempos para la poesía... ni para el ahorro. Y tampoco lo son para el negocio
bancario, que no deja de recibir palos de la Justicia en forma de sentencias
que afectan de lleno a sus cuenta de resultados.
Lo peor de todos es que los
valores bancarios constituyen la base de nuestro principal índice bursátil y
cualquier sobresalto del sector financiero se refleja de forma automática en la
evolución de la Bolsa española. A pesar de todo, no conozco a ningún gestor que
haya pedido a su cliente que salga de sus posiciones de renta variable. Sin
alternativas claras, siguen teniendo fe en una recuperación de los mercados,
mientras el crecimiento económico se sostenga, pese a una leve desaceleración.
Pero, atentos, porque esto no ha terminado.

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