Los restos óseos de Pilar Garrido presentaban daños en el cráneo

La investigación sobre el homicidio de Pilar Garrido Santamans, la española asesinada en el norte de México, ha dado un[…]

La investigación sobre el homicidio de Pilar Garrido Santamans, la española asesinada en el norte de México, ha dado un giro de 180 grados. Cuando el caso parecía prácticamente cerrado tras confirmarse la muerte de Garrido hace unas tres semanas y se daba casi por hecho que las autoridades mexicanas nunca hallarían a los hombres armados que supuestamente la secuestraron, la Fiscalía de Tamaulipas sorprendió el martes al detener a su marido, Jorge Fernández, al acusarle del asesinato de la española. Pero entonces, si Pilar no fue ejecutada por unos delincuentes, ¿qué razones podría tener su marido para hacerlo?

Explicados por la Fiscalía el quién -supuestamente su marido- y el cómo -estrangulada-, el porqué se convierte en la gran pregunta que rodea este misterioso caso. Toda la historia que se conocía hasta ahora sobre la desaparición de Garrido estaba construida alrededor del testimonio de Jorge Fernández, un relato al que los investigadores ya no dan veracidad. Según su versión, el domingo 2 de julio Pilar, Jorge y su bebé menor de un año se encontraban en el turístico municipio costero de La Pesca, a unas dos horas de Ciudad Victoria, donde vivían. Esta información ha sido corroborada por los investigadores.

Los supuestos secuestradores nunca pidieron un rescate por Pilar Garrido

Ese mismo día, Pilar subió a su cuenta de Facebook una foto en la que se le veía sonriente con su hijo. Llegada la tarde, la familia volvía en coche a Ciudad Victoria y ahí todo el relato comienza a levantar sospechas. A mitad de camino, Jorge aseguró que fueron asaltados por un grupo de hombres armados. Los supuestos criminales querían robarles el coche, pero al ver que el bebé estaba dentro del vehículo, cambiaron repentinamente de opinión y decidieron llevarse secuestrada a Pilar. El súbito cambio de parecer de los delincuentes sonó extraño desde un primer momento, sobre todo porque sus captores nunca llamaron a la familia para pedir una cantidad económica a cambio de entregar a la española. Si al querer robarles el coche buscaban dinero, ¿por qué nunca pidieron un rescate?

Una vez que su mujer fue presuntamente secuestrada, Jorge no acudió directamente a las autoridades para denunciar el crimen. No fue hasta el día siguiente, el 3 de julio, cuando el marido se personó ante la Policía para notificar el rapto de su esposa, lo cual también resultó raro. Esta demora en denunciar los hechos es otra de las cuestiones que están por conocer y que ayudarían a esclarecer este caso.

Contradicciones en el testimonio

Las contradicciones y los cambios de versión en la historia en los que incurrió en numerosas ocasiones el esposo, son las razones que la Fiscalía explica que le llevaron a dudar de su testimonio. El punto de inflexión fue el hallazgo el 26 de julio de los restos óseos que mediante prueba de ADN las autoridades mexicanas indicaron que coincidían con Pilar Garrido. Estos restos fueron hallados cerca de donde «supuestamente» secuestraron Pilar, pero presentaban unas lesiones en nariz, cráneo y cuello; una mecánica de muerte que «no corresponde al modo de operar de los grupos delincuenciales, y de los cuales no se tiene registro de este tipo de acciones», aseguró la Fiscalía en un comunicado.

Por el momento, por qué asesinó Jorge a Pilar y cuándo lo hizo -siempre según la Fiscalía- son los nuevos interrogantes, todavía sin respuesta, hasta que las autoridades mexicanas decidan dar más información sobre sus pesquisas que condujeron a la detención del marido, un experto criminólogo que daba clases en la Universidad de Seguridad Pública y de Justicia de Tamaulipas, la academia de la Policía.

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