Los políticos sí ahorran para la jubilación aunque no lo recomiendan
Un buen número de nuestros representantes políticos tienen resuelto uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta la población española en estos momentos: el problema del ahorro para la jubilación
Si acceden a la página web del Congreso de los Diputados y consultan las últimas declaraciones de bienes registradas en la Cámara Baja, comprobarán que un buen número de nuestros representantes políticos tienen resuelto uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta la población española en estos momentos: el problema del ahorro para la jubilación. A través de diferentes activos financieros, entre los que destacan los planes de pensiones, la mayoría de los diputados han puesto en marcha un plan de ahorro para complementar su pensión pública futura.
La noticia no tendría mayor importancia si no fuera porque estos mismos políticos, que año tras año hacen aportaciones a su plan de pensiones privado, han ignorado siempre la inquietud de la sociedad española en esta materia y han puesto el grito en el cielo cuando algún ministro ha recomendado a los españoles que harían bien en ahorrar para complementar su jubilación.
Recuerdo las dos tormentas políticas que desataron dos ministros socialistas, Pedro Solbes en 1994 y Celestino Corbacho en 2010, cuando aconsejaron a los trabajadores tener un plan de pensiones que completara al sistema público. Fueron criticados públicamente no sólo por los políticos de la oposición, sino también por miembros de su propio partido. Creo que han sido los dos únicos ministros de la democracia que se han atrevido a decir en público que tenían un plan de pensiones y que era bueno que todo el mundo lo tuviera.
El resto de los políticos no sólo se han negado a transmitir a la población esta necesidad, sino que además no se han preocupado de facilitar a los trabajadores información transparente sobre su posible pensión futura (los mayores de 50 años todavía están esperando la famosa carta de la Seguridad Social con la que se comprometió el Gobierno) ni de tomar nuevas medidas para impulsar el ahorro privado en España, ignorando incluso a los colectivos que no tienen capacidad de ahorro.
Y no les importa que ya se vea el fondo de la otrora floreciente hucha de las pensiones, ni que en nada de tiempo esta «bomba» vaya a estallar. Ellos, a lo suyo, a ahorrar para la jubilación, aunque digan públicamente que no hace falta, que las pensiones están aseguradas...