Las clases medias de los emergentes, una oportunidad
Recomiendo apostar por empresas globales que obtienen sus beneficios fuera de sus fronteras nacionales
Una vez concluida la primera mitad del que está comportándose como un turbulento 2012, mantenemos nuestras convicciones. Europa sigue atravesando una situación complicada, sobre todo tras el resurgimiento de la crisis del euro y, en este segundo semestre, tendrá que encontrar un equilibrio entre la austeridad y la puesta en marcha de medidas que estimulen el crecimiento.
Estados Unidos, por su parte, está mostrando señales alentadoras y los emergentes continúan siendo los motores del crecimiento. En definitiva, a pesar de los nubarrones que siguen ensombreciendo Europa, la economía mundial seguirá creciendo.
Con este panorama como telón de fondo, ¿dónde invertir? ¿Dónde encontrar una rentabilidad suficiente que consiga hacer frente a la volatilidad de los mercados? Para responder a estas preguntas una de nuestras principales apuestas para este año siguen siendo las empresas líderes globales, aquellas compañías que aún estando cotizadas en un país obtienen una parte importante de sus beneficios fuera de las fronteras nacionales.
Definido el tipo de compañía, toca ahora prestar atención al tema de inversión. A este respecto, el crecimiento de las clases medias emergentes es nuestra principal elección. Existen diferentes estudios que estiman que dos tercios del crecimiento de la población de las clases medias vendrá de China, India e Indonesia entre 2010 y 2020. Se trata, pues, de ciudadanos que progresivamente se irán incorporando a un modelo desconocido hasta la fecha para ellos y que en gran medida irán adoptando un modo de vida occidental.
Es precisamente aquí donde surgen las oportunidades, en esas compañías, como Coca-Cola, Nike, Richemont o L´Oreal, dispuestas a acompañarlos en ese proceso de "occidentalización".
No cabe duda de que el denominador común de la mayoría de estas empresas es su pertenencia al sector consumo, pero en este caso hay que entender y pensar en este sector en su sentido más amplio. Cabrían aquí empresas encaminadas a suplir muy diferentes necesidades, pero todas con un fin común: posibilitar la incursión en un nuevo estilo de vida.
Asimismo, además del consumo, existen otras ideas interesantes procedentes de áreas como las tecnologías de la información o todo lo relativo con infraestructuras. En relación al primer grupo, estaríamos hablando por ejemplo de compañías que ayudan a las empresas en su carrera por reducir costes (SAP o Dassault Systemes).
En el segundo, entrarían en juego diversos nombres industriales y también los vinculados al ámbito de los materiales. En definitiva, compañías todas ellas que esperan hacer crecer sus múltiplos al calor del surgimiento de una nueva masa de consumidores dispuesta a emular a sus vecinos del mundo desarrollado.