La OCDE empeora su previsión de crecimiento de España y alerta de la «incertidumbre política»
La desaceleración de España ya se ha instalado en la plana mayor de organismos internacionales. La última ha sido la[…]
La desaceleración de España ya se ha instalado en la plana mayor de organismos internacionales. La última ha sido la OCDE que en sus últimas previsiones de crecimiento ha recortado las correspondientes a España en dos décimas para 2018 y 2019: augura que la economía avanzará un 2,6% este año y un 2,2% el que viene, para caer al 1,9% en 2020.
El llamado «club de los países ricos» llama la atención entre los riesgos que enfrenta la economía española a la «incertidumbre política» que, junto a las «turbulencias en los mercados internacionales» pueden «reducir la confianza del sector privado, obstaculizando la demanda doméstica».
El organismo dibuja un horizonte para España con riesgos sobre las previsiones «manejables», ya que en líneas generales se asemeja a las realizadas por el propio Gobierno. La OCDE empeora, eso sí, sus previsiones de déficit público ?al 2,7% del PIB este año y el 1,8% el que viene?, de deuda pública ?del 97,7% y el 96,5% respectivamente? y de exportaciones netas, que este año se recortarán un 0,5% y en 2019 y 2020 estarán estancadas.
Porque el principal peligro que advierte la OCDE apunta a un crecimiento del comercio mundial «menor a lo esperado, lo que socavará»las exportaciones nacionales. Sin ir más lejos, el pesimismo de la institución tiñe las estimaciones sobre los principales países, ya que en la plana mayor hay revisiones a la baja: Alemania crecerá un 1,6% en 2018 y 2019 y la EUrozona y la OCDE en pleno comienzan su «desaceleración».
Los motores del crecimiento serán la «demanda doméstica, apoyada por los bajos tipos de interés y el fuerte crecimiento del empleo». La OCDE salpimenta los peligros de una economía española que enfrenta la cuesta abajo con un abundante menú de reformas y peticiones.
La principal, «luchar contra el abuso de los contratos temporales», una cuestión «clave» para combatir la dualidad del mercado laboral entre indefinidos y eventuales. También llama a acabar con la «la fragmentación de los mercados de productos» para potenciar las economías de escala. Y llama a elevar la productividad, que crece incluso por debajo de los salarios.
