Italia recibe 101 refugiados sirios en vuelo del corredor humanitario

«!Bienvenidos a Italia! ¡Bienvenidos a Europa!», fueron las primeras palabras que escucharon en el aeropuerto de Fiumicino los 101 refugiados[…]

«!Bienvenidos a Italia! ¡Bienvenidos a Europa!», fueron las primeras palabras que escucharon en el aeropuerto de Fiumicino los 101 refugiados -97 de Siria y 4 de Irak- llegados directamente de Beirut el martes en el segundo vuelo del «corredor humanitario» abierto por Italia, un ejemplo para la Unión Europea.

Son personas con derecho a estatuto de refugiado en Europa, a las que se les ha ahorrado meses de angustia, gastar el resto de sus ahorros en los traficantes de personas y arriesgarse a morir en el mar. Han sido seleccionadas por «situaciones de vulnerabilidad» como familias con niños pequeños, enfermos, etc.

Mientras la policía y los agentes de inmigración llevaban a cabo los trámites de registro, un amplio equipo de voluntarios informaba a los adultos y jugaba con los niños, en un clima de enorme alegría. «¡Hemos llegado al paraíso!», comentaba una joven mama de Siria.

Después del «rodaje» con el primer vuelo de 93 refugiados sirios el pasado 29 de febrero, este segundo ha sido ya «el estreno de la normalidad», gracias al esfuerzo conjunto del gobierno italiano, la comunidad de San Egidio y la Federación de Iglesias Evangélicas en Italia.

Integración

El viceministro de Asuntos Exteriores, Mario Giro, que acudió al aeropuerto a recibir a los refugiados, manifestó que «los corredores humanitarios son una novedad absoluta en Europa. Hemos acogido una idea de la Comunidad de San Egidio y de las Iglesias evangélicas para facilitar la integración a través de la sociedad civil». Esas organizaciones religiosas les ayudaran a situarse en varias ciudades italianas, como han hecho con las seis familias que trajo el Papa Francisco de la isla de Lesbos.

Después de este «corredor humanitario» con Líbano se abrirán otros dos con Marruecos y Etiopia para traer directamente hasta un total de un millar de refugiados en el plazo de dos años. Al mismo tiempo, Italia sigue acogiendo con gran humanidad ?igual que Grecia- a todos los que llegan por mar en viajes de gran peligro.

Las 101 personas de este vuelo directo de Alitalia han sido seleccionadas en Líbano atendiendo a situaciones de fragilidad. Entre ellos hay 10 familias encabezadas sólo por la madre, mientras que de los 44 niños pequeños, 14 sufren enfermedades que no podrían curarse en los campos de refugiados de Líbano pero sí en Italia.

Política de inmigración

Sami, un chófer de 43 años, y su esposa Gazalha, escaparon de la guerra en Homs ?una de las ciudades mártires en Siria- con sus cuatro hijos pequeños. Uno de ellos, Ahmad, de nueve años, comentaba: «Me siento feliz de estar aquí, ahora quiero aprender italiano y jugar al futbol, que me gusta mucho».

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Hace unos días, el antiguo secretario general de Naciones Unidas Kofi Annan, manifestaba en Italia que «si se hubiese creado a tiempo una política europea de inmigración, no hubiera sido difícil para una comunidad de 500 millones de habitantes acoger a un millón de refugiados», en lugar de entrar en una crisis institucional por falta de coordinación entre los países y dar pie a políticos que explotan los temores de los ciudadanos.

Kofi Annan recordó que «en la época de los ?boat people? de Vietnam, la selección de refugiados se hacía en Tailandia y Camboya. Lo mejor es hacerla en el país del primer tránsito».

De los refugiados llegados el martes al aeropuerto de Fiumicino, dos tercios son musulmanes, la religión de la inmensa mayoría de los refugiados de Siria, un país completamente destrozado y desarticulado pues doce millones de personas, la mitad de la población, han tenido que escapar de sus casas.

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