Hamon y Valls pugnan por liderar el socialismo galo en un partido dividido

Institutos de opinión, prensa escrita, radio y televisión anticipan la elección de Benoît Hamon, de 49 años, como candidato del[…]

Institutos de opinión, prensa escrita, radio y televisión anticipan la elección de Benoît Hamon, de 49 años, como candidato del Partido Socialista (PS) a las presidenciales, derrotando a Manuel Valls, de 54 años, en la segunda vuelta de unas primarias que han dividido al socialismo francés, hundido en la crisis más grave de su historia. Hamon ganó la primera vuelta, el pasado 22 de enero, con una ventaja aritmética que le permite confiar en la victoria final este domingo por la noche.

En la primera vuelta, Hamon fue votado por 596.647 simpatizantes del PS (36,03% de los 1.655.919 votantes). Valls quedó en segundo puesto, con 521.238 votos (31,48% del total). Los rivales más votados en la primera vuelta, Arnaud Montebourg (17,52%) y Vincent Peillon (6,81%), han pedido su voto para Hamon. Valls solo es apoyado por rivales muy minoritarios, Sylvia Pinel (2%) y François de Rugy (3,83%).

Valls se propone «trabajar por la reconstrucción del Partido Socialista»

La primera vuelta puso de manifiesto un escaso interés del electorado nacional y una débil movilización de los distintos electorados de izquierdas, con un punto en común: son muy mayoritarios los sectores de izquierdas contrarios a Valls. La izquierda socialista, comunistas, extrema izquierda y obreros que no votan extrema derecha, están dispuestos a votar cualquier cosa, menos a Manuel Valls, percibido como un «presunto socialista de derechas».

Durante la corta campaña de la segunda vuelta, la gran mayoría de la vieja guardia socialista ha pedido el voto para Hamon, frente a Valls. Los mitines de este último han estado protegidos por las fuerzas antidisturbios para «rechazar» sucesivos intentos de «reventón» de los actos públicos del ex primer ministro, considerado como un político conservador o «social liberal».

Modelos antagónicos

Los simpatizantes han sido invitados este domingo a elegir entre dos modelos que el mismo Valls ha tachado de «antagónicos». Hamon pretende federar a todos los socialistas y simpatizantes decepcionados con el mandato presidencial de François Hollande, al que consideran primer responsable directo del incremento del paro, la aparición de un millón corto de nuevos pobres (mujeres y jóvenes, esencialmente, símbolos de la nueva pobreza) y la traición de todas las promesas de un candidato que había prometido romper con la austeridad del pacto fiscal europeo.

Valls pretende federar a los socialistas y simpatizantes partidarios del realismo y el cumplimiento del pacto fiscal europeo, defendiendo una «Francia fuerte y justa» que sus adversarios denuncian como «de derechas». Se dirige a un electorado de centro izquierda moderada, muy alejado de los sectores sociales más modestos, que desde hace años votan entre la extrema izquierda y la extrema derecha.

Apoyo a Macron

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Salvo sorpresa de última hora, Benoit Hamon, posible candidato socialista a las presidenciales, se propone «trabajar por la reconstrucción del PS», con una línea que han rechazado expresamente los defensores del «social reformismo» de Manuel Valls. Si se confirma la victoria de Hamon, es bastante previsible que Valls no participe en su campaña. Muchos de los simpatizantes de Valls han comenzado a trabajar en la campaña de Emmanuel Macron, ex ministro de Economía, candidato social liberal.

Sea cual sea el resultado final de la segunda vuelta de la primarias socialistas, los sondeos anuncian una humillación histórica. A día de hoy, Hamon apenas cuenta con el 7% de las intenciones de voto en la primera vuelta de la elección presidencial, el 23 de abril próximo, relegado a un catastrófico quinto puesto detrás de Jean-Luc Mélenchon (populista de izquierdas), Emmanuel Macron (social reformista), François Fillon (derecha) y Marine Le Pen (extrema derecha).

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