Europa y Grecia: El valor de la incertidumbre

«Es imposible generar una rentabilidad superior si no haces algo distinto a la mayoría»

Existen muchas maneras de valorar un mercado, pero, si nos centramos en los factores relativos a su precio (PER, rentabilidad por dividendo, etc.), la zona euro es uno de los mercados desarrollados más interesantes del mundo. Muchos títulos de la región cotizan con un descuento considerable con respecto a sus homólogos internacionales, especialmente los estadounidenses.

Aunque está claro que la recuperación en la zona euro ha sido más lenta de lo previsto, los inversores han dado poco crédito a las últimas iniciativas emprendidas por el Banco Central Europeo. El BCE ha cumplido su promesa de flexibilizar considerablemente su política monetaria, incluso llevando el tipo de los depósitos a terreno negativo. En diciembre, asistimos al inicio del segundo tramo de operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico (TLTRO), que ofrecen a los bancos una fuente de préstamos con un perfil de riesgo muy reducido que pueden trasladar a los prestatarios. Hace dos semanas vimos cómo el BCE tomaba medidas decisivas, al embarcarse en una versión de la relajación cuantitativa mucho más ambiciosa de lo que muchos esperaban. 

De momento, existen motivos para mantener la prudencia a corto plazo, ante la reciente incertidumbre generada por el franco suizo y el futuro de Grecia en la Unión Monetaria. Aun así, la inversión centrada en el valor es un proceso, no un acontecimiento puntual, y los inversores han de valorar a las empresas atendiendo a sus cualidades subyacentes en vez de escuchar la opinión del mercado. El factor temporal es importante, puesto que el nivel de rentabilidad real generada depende del precio que paguemos. La confianza desempeña un papel clave: los inversores sobrerreaccionan por igual ante las buenas y las malas noticias, lo que implica que los títulos no suelen cotizar al precio que realmente les corresponde. Al eliminar el componente subjetivo y aplicar un proceso disciplinado que incorpora el análisis de factores significativos, es posible identificar compañías infravaloradas que se encuentran bien posicionadas para alcanzar una rentabilidad superior.

Sir John Templeton, todo un pionero en el ámbito de la inversión, afirmó: «Es imposible generar una rentabilidad superior si no haces algo distinto a la mayoría». Con el paso del tiempo, esperamos que los inversores reconozcan que hay muchísimas empresas bien gestionadas, eficientes y rentables que cotizan en la zona euro, cuyas perspectivas a largo plazo se han subestimado.

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