El historial delictivo «sin sangre» del sicario charnego del crimen de Toledo
Nacido en 1978, Raúl Romero Aparicio es un charnego: natural de Málaga, vivía en Barcelona desde hace años. Según la[…]
Nacido en 1978, Raúl Romero Aparicio es un charnego: natural de Málaga, vivía en Barcelona desde hace años. Según la Guardia Civil de Toledo, que investiga el caso, es un individuo peligroso y cuenta con un largo historial de antecedentes policiales, la mayoría relacionados con delitos contra el patrimonio. Ninguno es de sangre, hasta ahora. «Pero no te lo encuentres en la calle», afirma un agente que le conoce.
Es un individuo de pequeña estatura, zafio y tosco, cuya imagen rústica no se asemeja a la idea que los ciudadanos en España pueden tener de un asesino asalariado.
Se cree que desde Barcelona bajó a Las Ventas de Retamosa para cometer el crimen. Probablemente, no lo hizo la misma noche, sino que descansó en algún alojamiento antes de ejecutar presuntamente el encargo. Además, robo un coche, con el que sufrió un accidente de tráfico.
Luego fue detenido en Utiel (Valencia) por la Guardia Civil. Vestía una especie de poncho y unos pantalones oscuros. Ayer, para su comparencia en Illescas, cambió de indumentaria: sudadera con capucha de color granate, una camiseta azul, un pantalón de chándal gris claro y unas zapatillas grises y negras con el distintivo de la marca Nike. Entró y salió del juzgado con la cabeza tapada con una capucha. Y la agachó, para no ser reconocido, cuando vio la presencia de las cámaras de televisión y de los reporteros gráficos.
En los primeros momentos, los investigadores de la Guardia Civil barajaron la posibilidad de un crimen relacionado con la violencia de género. Algunos medios de comunicación señalaron a algunas de las parejas que la víctima había tenido. Pero esta hipótesis de trabajo fue perdiendo consistencia durante el día. El accidente del presunto sicario y su posterior detención dieron un giro a la investigación.