El Gobierno anuncia un plan urgente de reparaciones tras la riada del Ebro

El Gobierno pondrá en marcha un plan urgente de reparaciones para devolver la normalidad «lo antes posible» a las áreas[…]

El Gobierno pondrá en marcha un plan urgente de reparaciones para devolver la normalidad «lo antes posible» a las áreas de Aragón y Navarra afectadas por las inundaciones del Ebro. Así lo anunció este sábado la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, que visitó Zaragoza, conoció sobre el terreno los efectos de este grave episodio de riadas y participó en una reunión del Centro de Coordinación Operativa que dirige los trabajos de emergencia para hacer frente a la crecida del Ebro.

Tejerina aseguró que el Gobierno va a acelerar la declaración de las tierras inundadas como «zona de urgente actuación». Eso agilizará las inversiones en obras para la reposición de infraestructuras afectadas, limpiezas y reparaciones de redes y equipamientos púbicos afectados. En cualquier caso, ha matizado que el diseño y ejecución del plan de obras deberá esperar a que pase la riada y se puedan evaluar los daños.

El objetivo, según ha dicho la ministra, es que los municipios ribereños de Navarra y Aragón que se han visto afectados puedan recuperar «la normalidad lo antes posible». Tras recalar en Zaragoza capital, Tejerina visitó el municipio zaragozano de Novillas y el navarro de Buñuel.

A falta de datos oficiales definitivos, algunas estimaciones de los municipios ribereños apuntarían a que esta crecida habría inundado unas 15.000 hectáreas, a las que habrá que sumar las que han empezado a inundarse aguas abajo de Zaragoza, conforme la cresta de la crecida va a avanzando hacia el embalse de Mequinenza, pieza de seguridad que frena las riadas antes de que el Ebro entre en Cataluña.

Durante su visita, Isabel García Tejerina ha aprovechado para destacar la importancia de los embalses como piezas de regulación que ayudan a protegerse de riadas. Así, ha destacado que los embalses de Yesa e Itoiz han permitido, en este caso concreto, contener un gran volumen de agua que, de lo contrario, habría hecho que el Ebro hubiera sido mucho más devastador.

Las poblaciones, a salvo

Tras dos días de inquietud en los que las autoridades llegaron a sopesar la evacuación de algunos pueblos ribereños del Ebro, finalmente la riada descendió levemente respecto a las previsiones y no ha sido necesario desalojar localidades. Solo algún caso concreto, como ha ocurrido en urbanizaciones y barrios rurales de Zaragoza capital, pero sin mayores consecuencias.

Una vez que los cascos urbanos han quedado a salvo, ahora la preocupación se centra en las abundantes pérdidas ocasionadas en la enorme extensión de terreno de cultivo que ha quedado anegado por las aguas del Ebro.

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Por Zaragoza capital pasará la cresta de esta crecida con 2.600 metros cúbicos por segundo. Será este domingo. Y esa punta irá discurriendo por el resto de municipios de la Ribera Baja del Ebro a su paso por Aragón.

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El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, destacó este sábado la evolución que ha experimentado la crecida, los trabajos de urgencia realizados en los últimos días para proteger los núcleos habitados y el resultado a que ha dado lugar todo ello: mantener a salvo de las aguas los cascos urbanos.

Mientras tanto, el extenso dispositivo en el que participan el Gobierno aragonés, la Diputación de Zaragoza y la Administración del Estado -con 200 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias- sigue trabajando para reforzar márgenes e infraestructuras de protección que den prioridad a la seguridad de los núcleos habitados.

En Gallur, los bomberos de la Diputación de Zaragoza están ayudando desde el viernes para llevar agua y comida a una granja en la que el agua dejó aislados a un millar de cerdos. También han ayudado a rescatar varios animales en la zona de Utebo.

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