El FMI también critica los nuevos impuestos de Sánchez y le pide que suba el IVA

Tres organismos internacionales en un mismo día han mostrado sus reticencias sobre el plan presupuestario del Gobierno de Pedro Sánchez.[…]

Tres organismos internacionales en un mismo día han mostrado sus reticencias sobre el plan presupuestario del Gobierno de Pedro Sánchez. El tercero que se ha unido a este ambiente de desconfianza ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha publicado esta tarde un completo informe sobre la economía española en el que revisa a la baja por segunda vez en mes y medio su previsión de crecimiento sobre nuestro país: para este año augura un 2,5% de avance del PIB mientras que para 2019 pronostica un 2,2%, una y dos décimas menos respectivamente frente a la estimación que realizó hace escasas semanas, a principios de octubre. Ambas son inferiores al 2,7% para 2018 y el 2,3%

La razón de esta sorprendente revisión es que el FMI da por acabada la evaluación anual sobre la economía española que emanaba del rescate bancario de 2012. El organismo dirigido por Christine Lagarde se despide con un último informe especial sobre la economía actualizado en noviembre, por lo que incluye el pacto presupuestario firmado entre PSOE y Podemos, del que muestra sus reticencias, y una larga lista de deberes.

La principal conclusión es que el FMI

desconfía de las previsiones de recaudación del plan presupuestario, en concreto de las nuevas tasas a la economía digital y a las transacciones financieras. «Algunas de estas medidas tienen un impacto incierto, en particular aquellas que suponen por completo nuevos impuestos y políticas», sentencia el Fondo, que en otro capítulo recomienda la implementación internacional de la tasa Google y Tobin en lugar de que sea España el primer país que las adopte, ya que si no, las empresas pueden cambiar su estrategia fiscal y financiera o mover sus sedes o sus operaciones para sortear el pago del impuesto en España.

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«La introducción planificada de las tasas a las transacciones financieras y digitales quizá den resultado en el corto plazo pero serían más impactantes y estarían mejor engrasadas en un marco coordinado internacional, dada la movilidad de la base imponibl
e» sentencia el FMI, aludiendo a que la facturación que quiere gravar el Gobierno Sánchez puede acabar en otras jurisdicciones.

Subida de IVA y impuestos especiales

En su lugar, el FMI reconoce abiertamente que sus «opciones preferidas» para que el Gobierno ajuste pasan por medidas que «eleven la recaudación por IVA, suban los impuestos especiales ?al alcohol, tabaco o carburantes? y los medioambientales». En caso de que las previsiones de ingresos no basten para recaudar lo previsto, «estas son las opciones preferudas para completar cualquier insuficiencia en los ingresos frente al presupuesto de 2019 y así consiga el ajuste necesario en el medio plazo», zanja.

Porque el FMI señala que el déficit no acabará en el 1,8% del PIB previsto por el Gobierno sino que, si hay prórroga se irá al 2% y si no adopta ajustes adicionales, es decir, si no aprueba medida alguna, el agujero se irá al 2,4%, un boquete que no se reducirá al menos hasta 2021, debido al aumento de las pensiones y de los sueldos públicos pactado para el año que viene. La ministra de Economía, Nadia Calviño, ya reconoció ayer que si hay prórroga presupuestaria el déficit cogerá peso. El déficit estructural ?es decir, sin tener en cuenta el ciclo económico?
, irá creciendo año a año del 2,8% actual hasta el 2,9% del PIB en 2020 según el cuadro que dibuja el FMI.

En definitiva, los ajustes no son suficientes y el Fondo reclama más subidas de impuestos. «Para limitar el riesgo de potenciales carencias presupuestarias y asegurar que se cumple la mejora prevista del déficit nominal y estructural, es importante añadir medidas en el Presupuesto y estar preparado para adoptar acciones contingentes, en caso de que cualquier deterioro en los ingresos se produzca. Medidas adicionales de ingresos serían preferibles, pero también se pueden identificar opciones en el lado de los gastos», exige.

El SMI amenaza a jóvenes y poco cualificados

En esta mascletá final, el FMI también pide al Gobierno medidas habituales en sus informes: desde no acabar con la reforma laboral o de las pensiones de 2013 hasta abaratar el despido. Llama especialmente la atención la crítica que lanza el FMI a una de las «medidas estrella» de Podemos en el plan presupuestario: «a subida del 22% del del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros anuales. El organismo de Lagarde alerta que «puede poner en riesgo el empleo, oportunidades para los trabajadores menos cualificados y los jóvenes».

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