El escándalo de Fillon impulsa a Le Pen y a Macron en las encuestas

Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional (FN, extrema de la derecha), y Emmanuel Macron, candidato social reformista, son los[…]

Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional (FN, extrema de la derecha), y Emmanuel Macron, candidato social reformista, son los dos grandes beneficiarios del escándalo que amenaza la carrera de François Fillon, candidato conservador

La elección de Benoît Hamon como candidato socialista, y el estallido del escándalo que se cierne sobre Penelope Fillon, esposa del candidato conservador, sospechosa de haberse beneficiado de un empleo ficticio que le permitió cobrar 500.000 euros, durante una década corta, sin prestación de servicios conocidos, ha dado un vuelco inflamable a la campaña presidencial del 23 de abril y el 7 de mayo próximos.

La hipótesis de una victoria final de Marine Le Pen es hoy menos improbable que ayer. La candidata conservadora se cotiza como ganadora de la primera vuelta desde hace más de un año. El último sondeo publicado por Le Figaro, ayer lunes, confirma esa primera victoria, simbólicamente excepcional.

Ante la segunda vuelta presidencial, el candidato a la alza es Emmanuel Macron, exministro de Hollande, candidato social reformista, en tercer puesto de momento pero ganando puntos.

Según el sondeo de Le Figaro, Fillon continuaba ayer en un declinante segundo puesto, seguido de Emmanuel Macron, que pudiera derrotar en la segunda vuelta a Le Pen y Fillon. Pero ese sondeo es anterior al interrogatorio policial del matrimonio Fillon, ayer lunes, introduciendo un nuevo factor de gran incertidumbre.

Incertidumbre

¿Cómo reaccionará el electorado conservador y muy conservador si Fillon cayese prematuramente, víctima del «Penelopegate», el escándalo de los presuntos empleos ficticios de los que pudo beneficiarse su esposa? ¿Girará a la izquierda reformista ese electorado conservador y tradicionalista? ¿No tendrá la tentación de votar a Marine Le Pen? ¿Puede una Francia conservadora y muy conservadora elegir a un presidente social reformista?

Descartado provisionalmente el candidato socialista, Benoît Hamon (a la alza, relativa), la Francia profunda vive y sufre de varias angustias paralelas: miedo a la nueva Francia multicultural, miedo la decadencia histórica, miedo al estancamiento social y económico, angustia social ante el espectáculo de los nuevos pobres aparecidos durante el mandato presidencial de François Hollande, jóvenes y mujeres.

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Ese rosario de miedos, angustias e incertidumbres se agravan con el escándalo que amenaza la carrera del candidato conservador, que había hecho campaña, hasta ahora, en favor de una revolución conservadora. Promesas electorales que, si debieran torcerse, solo benefician a Marine Le Pen.

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