Echaremos mucho de menos a Draghi

No se ha marchado y ya se le echa de menos. Mario Draghi sigue mandando con autoridad, pero muy consciente[…]

No se ha
marchado y ya se le echa de menos. Mario Draghi sigue mandando con autoridad,
pero muy consciente de que está de salida en el  Banco Central Europeo (BCE) y de que sería
bueno dejar a su sucesor una institución en medio de una total normalidad. Pero,
ha decidido no precipitarse e imponer una política gradual hasta acabar con su
programa de adquisición masiva de activos
para no poner en peligro sus
evidentes y buenos resultados.

Nada volverá a
ser igual en el BCE tras la marcha en el 2019 de este italiano que fue recibido
con frialdad y escepticismo y ha sabido hacer frente a la fuerte crisis
financiera que amenazaba a Europa y a una Alemania más que recelosa con su
política. Los ahorradores e inversores deben mucho a Draghi, que impidió con su
plan de estímulos monetarios y la compra de activos públicos y privados que tanto
la renta fija como la renta variable se precipitaran hacia incontrolables
pérdidas en su valoración. Y le deben mucho especialmente los países del sur de
Europa, cuya deuda soberana habría sufrido lo inimaginable de no ser por
aquellas medidas. La prima de riesgo de España, Italia, Portugal y Grecia no
sería ahora la misma si Draghi no hubiera adoptado esas medidas de estímulos
monetarios.

Es
más que difícil que el que se perfila como su sucesor, Jein Weidmann, actual presidente del Bundesbank
y ex asesor de Merkel, tenga el arrojo y la independencia como para actuar como
Draghi ante una eventual crisis como la vivida en los últimos años en la Unión
Europea.  Por eso, las palabras esta
semana del nuevo gobernador del Banco de España, Hernández de Cos, resaltando
su propósito de que la institución que ha pasado a controlar tenga más
influencia en Europa hay que entenderlas sólo como el lógico propósito de quien
acaba de ser nombrado. Y ello pese a que contará con el apoyo del antiguo
ministro de Economía, Luis de Guindos, convertido en vicepresidente del BCE

para compensar la marcha de Draghi y para que los países del sur europeo mantengan
un cierto peso en la institución. Echaremos mucho de menos a Draghi. Ya lo
verán.

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