Barcelona quiere que el turista pague más en el transporte público

El Ayuntamiento de Barcelona estudia implantar una autorización obligatoria a autobuses turísticos que circulen por la capital catalana para que[…]

El Ayuntamiento de Barcelona estudia implantar una autorización obligatoria a autobuses turísticos que circulen por la capital catalana para que aquellos turistas que visitan la ciudad de día y no duermen en ella no estén exentos de pagar una tasa -como ya ocurre con los cruceristas-. También baraja revisar las políticas tarifarias del transporte público para que el turista abone íntegramente el precio de su movilidad.

El concejal de Turismo del Ayuntamiento, Agustí Colom, y la de Movilidad, Mercedes Vidal, detallaron ayer que se trata de una fórmula para aquellos turistas que no se alojan en Barcelona y visiten la ciudad paguen a través de los autocares turísticos -la mayoría de ellos se desplazan en transporte colectivo-, cuya autorización comprendería también una reserva de aparcamiento.

Vidal detalló que esta autorización se tiene que concretar con el sector, pero que proporcionaría un monitoraje de «cuándo, dónde y cómo ocuparán la ciudad». Además, Colom remarcó que ya se realiza en muchas ciudades y que la fórmula desincentiva comportamientos irregulares como la circulación en vacío a la espera de pasajeros, según Ep.

Estrategia de movilidad

Ésta es una de las propuestas que se recoge en la Estrategia de Movilidad Turística, de la que el Ayuntamiento presentó ayer un documento preliminar. El texto también contempla una revisión de la política tarifaria con el objetivo de que el usuario no recurrente -el turista- abone íntegramente mediante tarifa el precio de su movilidad.

Por otro lado, Vidal aseguró que la T-10 es la tarjeta de «uso más intenso» por los turistas, un tipo de título que goza de una importante subvención pública, mientras que otros más enfocados hacia el turismo como Hola BCN! tiene una implantación del 12,3%. La concejal cree que la futura implementación de la T-Movilidad -cuya prueba piloto se prevé que se inicie en la L9 coincidiendo con el Mobile World Congress- «beneficiará» un cambio en la política tarifaria y permitirá diferenciar entre usuario habitual y no recurrente. Hasta que no llegue, el Ayuntamiento fomentará la adquisición del Hola BCN! aumentando la oferta asociada.

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