Ausencia de autocrítica en la crisis financiera

Algo de autocrítica le ha faltado a los partidos políticos en las conclusiones de la comisión parlamentaria que durante 48[…]

Algo de
autocrítica le ha faltado a los partidos políticos en las conclusiones de la
comisión parlamentaria que durante 48 sesiones ha estudiado la crisis
financiera que llevó a España a solicitar un rescate bancario en 2012
. Pedir
una gran reforma de los supervisores para asegurar su independencia y
efectividad es una forma de apuntar para otro lado en un claro intento de
eludir responsabilidades.

Habría que
recordar que en ocasiones el partido en el gobierno de turno colocó al frente
de las entidades supervisoras a alguno de sus militantes sin necesidad de
justificar su idoneidad para tal cargo, algo inconcebible en otros sistemas
financieros.  Por otra parte, en los
últimos años los máximos responsables del Banco de España, Comisión Nacional
del Mercado de Valores (CNMV) y Dirección General de Seguros se han manifestado
limitados en su actuación por la falta de una legislación más precisa y acorde
con los riesgos a los que tenían que hacer frente. Recordemos  sólo 
la inoperancia de esos reguladores ante la estafa de los sellos por una
ley aprobada en el Congreso
que calificaba de producto financiero tal oferta y
cedía la supervisión a las comunidades autónomas o la facilidad con la que la
familia Ruiz Mateos captó dinero a través de unos pagarés que no precisaban el
visto bueno de la CNMV, según la ley, por ser de un montante mínimo de 50.000
euros.

La crisis financiera
en nuestro país está plagada de intervenciones y declaraciones de responsables
políticos que contribuyeron, sin duda,  a
acrecentar sus perversos efectos. Fue así cuando el presidente de una autonomía
se emocionó al presentar la nueva entidad financiera, fruto de la fusión de las
cajas de su territorio, que en poco tiempo necesitaría 9.000 millones de euros para
ser rescatada. Ocurrió algo semejante cuando el presidente de gobierno presentó
como "una cuestión de Estado" la venta de acciones de Bankia
. Ahora se dirime
en los juzgados el nivel de estafa de aquella operación por la que están
imputados 34 altos cargos de la entidad. La relación de esta interferencia
política sería interminable y hace más que 
 llamativa esa ausencia de
autocritica en algo que afectó a todos, especialmente a ahorradores/inversores.

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