Ada Colau consuma su doble fracaso con el tranvía y la «multiconsulta»
De proyectos estrella a proyectos estrellados. La unión de los dos tranvías de Barcelona por el centro de la ciudad,[…]
De proyectos estrella a proyectos estrellados. La unión de los dos tranvías de Barcelona por el centro de la ciudad, que lleva décadas sobre la mesa y que Ada Colau pretendía convertir en uno de sus grandes éxitos de mandato, y el avance de la "multiconsulta" ciudadana, han recibido dos más que previsibles varapalos en el pleno municipal extraordinario que tenía que hacerlos avanzar.
Por un lado, la oposición ha rechazado en una votación aprobar el protocolo para realizar las obras y ejecutar el servicio ferroviario de unión de los dos tranvías. A grandes rasgos han dejado claro que no están en contra de la conexión del tranvía como tal y que comparten con sus matices los beneficios de la iniciativa pero sí que rechazan rotundamente la manera cómo el gobierno municipal lo ha gestionado. Trazado, inversión pública y costes que el Ayuntamiento debería asumir, explotación o estudios de viabilidad presentados con intereses por parte del consistorio son algunos de los aspectos que han puesto en cuestión.
ERC, a quien el gobierno municipal ha estado suplicando el apoyo hasta el último momento, ha sido especialmente crítico con el proyecto. "Estamos en contra de que se engañe a la ciudadanía", ha defendido el republicano Jordi Coronas, que ha lamentado que las formas de la propuesta actual acabarían, entre otros aspectos, beneficiando con dinero público a operadores privados.
Durante el debate, los republicanos y el PSC han aconsejado al gobierno municipal retirar la votación para esquivar así un nuevo fracaso. La edil del gobierno municipal, Janet Sanz, ha reprochado a ERC que "quienes llevan tres años bloqueando el tranvía son ustedes" y ha acabado asegurando a Alfred Bosch, el líder republicano, que "su 'no' le invalida como alcaldable".
La alcaldesa ha lamentado la votación porque "este no es el tranvía de Colau, es el tranvía de los vecinos y de las entidades que llevan años reclamándolo". La medida no ha prosperado, a pesar de que ha contado con los votos del PSC, que ha apoyado el proyecto por coherencia histórica con su ideario municipal, y del concejal no adscrito. PDECat, ERC, Cs, PP y la CUP han dicho "no" a la propuesta.
La multiconsulta, otro fracaso
El pleno ha arrancado con otro tema no menos polémico: la votación de la concreción de las preguntas que tiene que incluir la "multiconsulta" ciudadana que Colau quiere impulsar este mes de mayo en Barcelona. Tras un debate muy tenso y cargado de críticas, esta votación ha acabado en otro fracaso para el gobierno municipal, ya que no ha prosperado ninguna de las preguntas.
El gobierno municipal, además, ha retirado "in extremis" sus preguntas del orden del día del pleno extraordinario sobre la primera multiconsulta ciudadana, que prevé celebrar antes del verano.
La oposición ha cargado duramente contra la votación popular, en gran parte por las dudas jurídicas que ha copado el proyecto, que han considerado "una auténtica chapuza". "Si hubieran querido hacer una consulta de interés general lo habrían hecho de otra manera", le ha espetado Carina Mejías, primera edil de Cs en el Ayuntamiento.
Además, ha habido grupos que consideran que hay un claro partidismo en las preguntas propuestas. "Queremos consultas, pero rechazamos que se pregunte solo lo que los amigos de la alcaldesa quieren", ha denunciado el líder del PP en Barcelona, Alberto Fernández.
Incluso la CUP, que podría parecer el más claro aliado en este tipo de proyectos, ha criticado duramente la multiconsulta. A su parecer, "la consulta no es vinculante por lo tanto esto no es participación real", ha denunciado la concejal Maria Rovira.
El Ayuntamiento, por su parte, se ha escudado a recordar que existen 23.000 apoyos para preguntar por la gestión municipal del agua y también otros 15.000 para cambiar de nombre la plaza de Antonio López. Tanto la concejal de Participación, Gala Pin, como la propia alcaldesa han ha cargado duramente contra Agbar, que el gobierno considera que está detrás de la ofensiva contra la multiconsulta por abordar cuestiones que afectan a su negocio, y también con todos los grupos de la oposición, a quienes ha reprochado que han conseguido "un paso atrás como Ayuntamiento y contra la soberanía municipal".
