La transición hacia los vehículos eléctricos

China será un mercado potente y disruptivo

George Saffaye, estratega de inversión global del BNY Mellon Mobility Innovation Fund en BNY Mellon, escribe sobre la transición en el mundo del automóvil.

En la transición mundial hacia los vehículos eléctricos, los fabricantes chinos sin duda respresentarán una alternativa competitiva frente a los fabricantes tradicionales. Sin embargo, esto no garantiza que ningún fabricante en particular vaya a dominar el mercado, al menos de momento.

¿Será disruptiva la transición hacia los vehículos eléctricos? Sí. Las grandes empresas automovilísticas deben reafirmar su propuesta de valor única ante los consumidores, mientras que las recién llegadas (o las que solo fabrican vehículos eléctricos) tendrán que ofrecer productos diferenciados que prácticamente les permitan definir qué es (y qué no es) un vehículo eléctrico, ya que el sector aún está dando sus primeros pasos.

A medida que la revolución de los vehículos eléctricos se generalice, los fabricantes chinos ganarán cuota de mercado tanto a nivel nacional como mundial, pero está por ver hasta qué punto lo harán. Evaluar el negocio de los fabricantes de vehículos, eléctricos y tradicionales, requiere llevar a cabo un análisis fundamental tanto del sector como de la empresa. 

Los inversores deben determinar si la empresa tiene unas capacidades tecnológicas competitivas, incluidas la tecnología de baterías, la plataforma interna de software operativo, la solvencia y el historial del equipo directivo y la competitividad de sus productos en términos de autonomía y eficiencia de las baterías, sin perder de vista el posicionamiento de los productos en los distintos segmentos del mercado automovilístico y la capacidad de la empresa para financiar su expansión tanto internamente como, en ocasiones, con socios. 

Ahora que la mayoría de los fabricantes de automóviles tradicionales también ha entrado en el negocio de los vehículos eléctricos, los inversores deben compararlos con los fabricantes de vehículos eléctricos premium que han empezado a consolidarse como líderes.

Teniendo en cuenta las grandes diferencias que se dan a nivel regional, es importante mantener una perspectiva global y evaluar qué factores delimitan el mercado e influyen en el comportamiento de los consumidores, así como la regulación local de los vehículos eléctricos y los incentivos que ofrecen los distintos mercados. 

Los fabricantes de automóviles tradicionales se enfrentan a grandes desafíos que socavan la estructura del sector en el que llevan operando desde hace décadas. Deben invertir en nuevas tecnologías disruptivas mientras sus modelos de negocio tradicionales afrontan cada vez más amenazas competitivas.

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Solo sobrevivirán aquellas empresas que cuenten con plataformas de innovación diferenciadas que les permitan adaptarse rápidamente a los cambios de tendencia pero, además, necesitarán tener el tamaño, la solvencia financiera, la solidez y las marcas que los consumidores demandarán durante el proceso de transición.

Muchas empresas con unos niveles de capitalización adecuados podrían llegar a competir de tú a tú en el sector de los vehículos eléctricos, siempre y cuando cuenten con marcas que los consumidores conocen y en las que pueden confiar.

Las recién llegadas tienen la ventaja de que empiezan de cero, pero eso no es garantía de éxito: muchas de estas empresas no tienen marcas reconocidas ni una red integral de talleres que le dé tranquilidad a los consumidores. Aunque las empresas más nuevas no arrastran la carga de grandes negocios heredados, deben demostrar que tienen esas capacidades tecnológicas competitivas de las que hablábamos antes. 

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