Un acusado dice que policía miente sobre agresiones para justificar disparos
El presidente del Comité Interempresas de Airbus durante la huelga general de 2010, José Alcázar, ha dicho hoy que es[…]
El presidente del Comité Interempresas de Airbus durante la huelga general de 2010, José Alcázar, ha dicho hoy que es "falso" que ni él ni el resto de los "8 de Airbus" agredieran a los policías que se encontraban en la fábrica, y les ha acusado de mentir para justificar sus disparos.
Alcázar, acusado de delitos de atentado, lesiones y contra el derecho de los trabajadores y con una petición por parte de la Fiscalía de 8 años y 3 meses de prisión, como el resto de los encausados, ha asegurado que es "imposible que las personas que allí estaban agredieran a los policías".
Según el sindicalista, la denuncia realizada por los agentes que alegan haber sufrido agresiones en aquel momento responde a su intención de "justificar sus disparos con arma real" en aquel 29 de septiembre, actuación que ha valorado como "lo nunca visto, ni en la dictadura".
Respecto a la acusación contra él, ha indicado que quienes lo denunciaron pretendían "buscar un culpable" y que resulta "fácil hacerlo con el máximo representante sindical" de la empresa.
Según su testimonio, tanto él como el resto de los acusados son quienes han sido "agredidos moral y físicamente".
En su relato de los hechos de aquel día, el sindicalista ha explicado que se produjo un "tumulto" en una de las entradas de la planta aeronáutica getafense, tras el cual la policía "se introdujo dentro de la empresa" y "pegó palos a diestro y siniestro", momento en el que se preocupó por haber escuchado varios "disparos".
"Había 500 o 600 personas" concentradas "pacíficamente" en el acceso a la planta, para mostrar su participación en la huelga "de forma activa", según Alcázar, que ha reconocido que se quedó "sorprendido" por el hecho de que hubiera policías antidisturbios en las cercanías de la empresa, algo que "no es habitual".
El expresidente del Comité ha manifestado que, tras el tumulto, se identificó ante el mando policial y requirió al responsable de seguridad y de relaciones laborales de la empresa para "poner paz", puesto que "no había ningún control" por parte de la policía de lo que estaba sucediendo.
Sobre los trabajadores que quisieron entrar a sus puestos durante la jornada de huelga, Alcázar ha indicado que "quien quiso entrar a trabajar, entró", que él acompañó personalmente a un empleado para que así pudiera hacerlo y que las puertas quedaron "abiertas de par en par" tras el tumulto para que entrara "quien quisiera".
Ha manifestado que, tras las situaciones de "tensión" vividas en la empresa "tras los disparos", para evitar que estas "fueran a más" trató de "calmar los ánimos de los trabajadores" y les pidió que se "dispersasen", algo que consiguió a pesar de las reticencias de algunos de ellos.