Propuestas para combatir la precariedad y la temporalidad en el empleo

Unos partidos ponen mayor atención en las causas del desempleo, otras fuerzas ponen sobre la mesa las precarias condiciones con que se están creando los nuevos puestos de trabajo. Por eso las recetas que aportan también varían.

El paro continúa siendo uno de los principales problemas para los españoles, según sigue reflejando el CIS, pese a la recuperación económica.

El responsable económico del PP, Daniel Lacalle, va a la que cree raíz de esta lacra: el coste y la dificultad burocrática de contratar e invertir a largo plazo en España. La receta que propone es bajar los impuestos (el programa incluye bajar las cotizaciones sociales, especialmente para la contratación de jóvenes y de parados de larga duración) y seguir reduciendo las trabas burocráticas para que la inversión a largo plazo aumente. El programa popular promete seguir profundizando «los avances en flexibilidad del mercado de trabajo alcanzados con la reforma laboral de 2012», sobre todo en lo que a la negociación colectiva se refiere.

Pedro Saura, del PSOE, cree que el principal problema del mercado de trabajo es la precariedad laboral y, contra ella, considera que hay que poner en marcha un cambio de modelo económico que apueste por la productividad. Y ello acompañado de un nuevo Estatuto de los Trabajadores que simplifique y ordene el menú de contratos

Jorge Uxó, de Podemos, considera fundamental que continúe la creación de empleo en España, pero hace hincapié en que esas contrataciones sean con derechos, porque coincide con Saura en que el problema del empleo español está en la precariedad y la temporalidad. Las políticas concretas que propone Podemos para atajarlos pasan por incrementar el salario mínimo interprofesional, combatir el abuso de la temporalidad estableciendo una duración mínima de un mes y máxima de seis meses para los contratos temporales y luchar contra la discriminación de género a lo que contribuirán la universalización de la educación infantil de cero a tres años y la ampliación de los permisos de maternidad y paternidad hasta las 24 semanas al final de la legislatura. Además, Podemos es partidario de reducir la jornada semanal con carácter general hasta las 34 horas

Francisco de la Torre (Cs) pone el foco en las dos cuestiones que mencionaban PP, PSOE y Unidas Podemos y lo expresa así: «Nuestro mercado laboral es probablemente el más ineficiente de Europa, tanto en términos de desempleo como de precariedad». Para acabar con la dualidad (la división del mercado entre temporales e indefinidos), propone que todos los contratos serán indefinidos: se trata de la medida estrella de su partido, el contrato único con indemnización creciente. También propone «una reforma ambiciosa que modernice el mercado de trabajo para el siglo XXI con medidas como el complemento salarial garantizado y la mochila austriaca». Para reducir el paro, De la Torre afirma que es imprescindible el crecimiento económico y favorecer la creación de empresas: promete que se permitirá fundar una compañía en 24 horas y desde el móvil. 

¿Qué opinan los expertos?

En la academia, el análisis gana profundidad, pero, en el fondo, se comparte tanto el análisis del problema como, con matices, las soluciones. José Antonio Herce, de Afi, coincide con De la Torre en señalar la dualidad como el principal problema del mercado de trabajo español, que además tiene numerosos costes para la economía: «El desempleo masivo, la rigidez de los salarios de los trabajadores permanentes (insiders), la reducida I D i en la empresa, que encuentra más barato el trabajo que su capitalización, lo que paradójicamente produce desempleo». Y coincide con De la Torre en las soluciones a este problema, aunque previene: «La lucha contra la dualidad no puede hacerse por decreto». Pero afirma: «La base sería la promoción de un 'contrato único', indefinido y con indemnización por despido moderada financiada mediante el método de la 'mochila austriaca'». E incide en algo que De la Torre no cuenta: «Esto implica, y no conviene engañarse, una armonización de los costes por despido asociados a cada figura contractual, que debería darse a la baja». 

Sara de la Rica, catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco, apunta, para acabar con la precariedad, «tres medidas que, simultáneamente implementadas, llevarían a que el contrato indefinido fuera el normal, y no la excepción»: acabar con el fraude en los contratos temporales; además de con sus incentivos asociados (cuentan con un coste de despido más bajo que los indefinidos), para lo que propondría una indemnización de veinte días por año para temporales o indefinidos; y, por último, cree necesaria una mayor seguridad jurídica en la definición de la razón objetiva para el despido, pues, afirma, todavía existe una gran incertidumbre sobre si un despido por causa objetiva terminará siendo procedente o improcedente. 

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Tanto Herce como De la Rica apuntan cada uno otro problema del mercado laboral español. El primero señala: «El mercado de trabajo español tiene un severo problema de productividad que requiere políticas estructurales de educación y formación (superior y profesional, especialmente), así como de capitalización (digital, sobre todo) de las empresas»

Para De la Rica el otro problema reside en la cronicidad en la que se han atascado muchos desempleados. Para abordarla, habría que identificar a este colectivo, ofrecerle una orientación personalizada, observar hacia dónde se puede redirigir su demanda de empleo y ofrecerle las herramientas necesarias para su activación y tomar contacto con las empresas. De la Rica concede que, para este colectivo, «quizás también sería necesario bonificar su empleo».

Sara de la Rica (Universidad del País Vasco): «Hay dos problemas: la precariedad de los contratos que se están firmando y el paro crónico»

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Para resolver la precariedad es necesario acabar de una vez por todas con el fraude en los contratos temporales. En segundo lugar, es necesario eliminar los incentivos para la contratación temporal y propondría un coste de despido de 20 días por año tanto para temporales como para indefinidos. Y, en tercer lugar, es necesaria una mayor seguridad jurídica en la definición de razón objetiva para el despido.

José Antonio Herce (AFI): «La lucha contra la dualidad, el principal problema, no puede hacerse por decreto»

La lucha contra la dualidad no puede hacerse por decreto. Si bien la base sería un 'contrato único' indefinido y con indemnización por despido moderada financiada con la 'mochila austriaca'. De ser difícil consensuar una reducción drástica de las figuras contractuales, debería lograrse que el coste de la empresa (incluida la indemnización por despido) por cada unidad de 'trabajo equivalente' de ambos contratos fuera idéntica.

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