Obispo emérito Ciudad Real lamenta "exclusión" de cuatro millones de parados

El obispo emérito de Ciudad Real, Antonio Algora, responsable de la comisión de Pastoral Obrera dentro de la Conferencia Episcopal,[…]

El obispo emérito de Ciudad Real, Antonio Algora, responsable de la comisión de Pastoral Obrera dentro de la Conferencia Episcopal, ha puesto como "ejemplo de exclusión" lo que ocurre en España, que "se sale de la crisis sin el trabajo de cuatro millones de personas".

Algora ha participado hoy en Ávila dentro de la tercera jornada del seminario internacional y asamblea general del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC), que desde el pasado sábado reúne a 120 delegados de 42 países.

El prelado ha alertado a los participantes de que el punto central del problema se encuentra en el momento en el que "no se trabaja o se trabaja en exceso, en malas condiciones", y entonces "entra en juego la democracia y el pacto social".

"Tenemos que decir no a la economía que pone la vida en una desigualdad cada vez mayor. No se puede tolerar más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre, donde es noticia todo lo económico y no que un hombre muera de frío. Se considera al ser humano como un bien de consumo", ha denunciado en sintonía con lo expresado por el Papa.

Desde su punto de vista, existe una "cultura del descarte, más allá de la cultura de la explotación", en la que "los excluidos ya no son explotados, sino sujetos restantes".

"Un ejemplo de exclusión es lo que pasa en nuestro país: se sale de la crisis sin el trabajo de cuatro millones de personas", ha argumentado el obispo emérito de Ciudad Real, antes de reclamar que la persona siga siendo "protagonista de las transformaciones del trabajo y del trabajo mismo".

En línea con lo expresado por el papa Francisco, Antonio Algora ha sostenido que las fábricas son un "lugar prioritario en la atención social y eclesial", pese a que "muchos han puesto en duda la necesidad de un apostolado que se haga presente en los centros de trabajo".

Por otra parte, el prelado ha puesto en valor el trabajo "como elemento imprescindible del pacto social y, por tanto, de la democracia", ya que desde su punto de vista "el trabajo es amigo del ser humano, no enemigo".

Publicidad
Publicidad

En su opinión, el problema radica en "cuando no se trabaja, se trabaja en exceso o en malas condiciones", porque entonces "entra en juego la democracia y el pacto social".

.

En portada

Noticias de