La 'caza fiscal' de Bruselas señala ahora a Ikea por supuestas ayudas de Holanda
Los Verdes en el Parlamento Europeo ya cifraron hace unos meses en mil millones el dinero no pagado en impuestos entre 2009 y 2014
Y ahora, Holanda. De nuevo, Holanda. El penúltimo escándalo fiscal en el corazón de la UE tuvo este lunes como protagonistas a Ikea y los Países Bajos. Los temidos servicios de Competencia de la Comisión Europea anunciaron la apertura de una investigación en profundidad por supuestas ayudas de Estado ilegales, al sospechar que la multinacional habría evitado pagar los impuestos que le correspondían al servirse de dos trajes fiscales a medida ('tax rulings') diseñados por el Gobierno de La Haya. El entramado fiscal utilizaba Liechtenstein y Luxemburgo para supuestamente eludir su responsabilidad.
Como suele ser costumbre, el Ejecutivo comunitario no se atrevió a poner números encima de la mesa, pero el grupo de Los Verdes en el Parlamento Europeo publicó hace unos meses un estudio en el que cuantificada en mil millones el dinero 'ahorrado' entre 2009 y 2014. Sólo en ese último año, la multinacional dejó de pagar 36,6 millones en Alemania; 23,8 millones en Francia; 11,6 millones en Reino Unido; 10,1 millones en Suecia; 7,7 millones en España o 7,5 millones en Bélgica.
La nueva investigación comienza en 2006, por lo que esta cifra podría quedarse corta en caso de que el informe tuviera cierta consistencia. «Esta decisión no presupone cualquier resultado», matizan desde la Comisión. De momento, tanto los Países Bajos como el gigante sueco del mueble salieron al paso minutos después de conocerse la investigación para tender su mano y, como es lógico, negarlo todo. «El grupo Inter Ikea está comprometido a pagar impuestos de acuerdo con las leyes y regulaciones dónde quiera que operemos», señaló la compañía en un comunicado.
Vestager, inflexible
No se trata de enfrentarse a una multa, sino que en caso de que las sospechas de la Comisión se confirmen, se deberán pagar los impuestos que se deberían haber abonado desde 2006 si hubiera tributado como cualquier otra firma.
«Todas las empresas, grandes o pequeñas, multinacionales o no, deben pagar los impuestos que les corresponden. Los Estados miembros no pueden dejar que determinadas compañías paguen menos impuestos permitiéndoles que transfieran artificialmente sus beneficios a otra parte», recalcó en un comunicado la comisaria de Competencia, la danesa Margrethe Vestager.
Suma y sigue. No hay que olvidar que la Comisión ya ha concluido que hubo ayudas ilegales de Irlanda a Apple, que supuestamente debería abonar 13.000 millones de euros, de Holanda a Starbucks (en torno a 30 millones), de Luxemburgo a Fiat y Amazon (30 y 250 millones, respectivamente), y de una treintena de multinacionales radicadas en Bélgica, que se habrían beneficiado de privilegios fiscales por un montante conjunto de unos 700 millones.