Jornada mundial por el trabajo decente pedirá en Oviedo un alto a la codicia
La "Jornada mundial por el trabajo decente" reivindicará en Oviedo el próximo viernes un "alto" a la codicia corporativa, así[…]
La "Jornada mundial por el trabajo decente" reivindicará en Oviedo el próximo viernes un "alto" a la codicia corporativa, así como el rechazo a los contratos basura, los bajos salarios y la precariedad laboral, según el llamamiento de los sindicatos UGT y CCOO.
Los secretarios generales de ambas organizaciones sindicales en Asturias, Javier Fernández Lanero (UGT) y Antonio Pino (CCOO), han presentado hoy en rueda de prensa la jornada, en la que se enmarca una concentración en la Plaza de España, a las 12:00 horas del día 7.
Pino ha incidido en algunos datos sobre la situación laboral regional, entre los que ha destacado que en 2015 el 91,3 por ciento de los contratos firmados fueron temporales, y que sólo el 2,3% de los suscritos fueron indefinidos a tiempo completo.
También ha subrayado que el 36 por ciento de las contrataciones que se llevan a cabo son "doblemente" precarias, ya que corresponden a periodos temporales y por un horario parcial.
Ha exigido revertir las reformas laborales puestas en marcha por el Gobierno del PP, al que ha advertido de que, en caso de poner límite a la situación actual, "seguirá creciendo la desigualdad y la pobreza".
Fernández Lanero ha señalado que la crisis económica ha consolidado la figura del "trabajador pobre", y ha lamentado que el 59,5 por ciento de los parados registrados en las oficinas de empleo son de larga duración.
"No es verdad que aumente la cotización a la Seguridad Social", ha dicho el dirigente ugetista, que ha explicado que donde antes había un contrato de 8 horas ahora existen cuatro de 2 horas.
Asimismo, ha rechazado que "continúe" la política de recortes, y ha recurrido a un "basta ya" para las medidas que suponen "rescatar a los bancos, y no a las personas".
UGT y CCOO, con motivo de la jornada mundial por el trabajo decente, han suscrito un manifiesto en el que exigen garantizar por ley a nivel europeo y nacional que las empresas que subcontratan sean "responsables subsidiarias" de los salarios y la protección de los trabajadores de las subcontratadas con independencia de donde se encuentren éstas.
En un decálogo de nueve puntos demanda derogar las reformas laborales de 2010 y 2012, y recuperar derechos laborales arrebatados a los trabajadores, así como combatir la desigualdad y la pobreza mediante una prestación de ingresos mínimos, que garantice ingresos básicos para las personas que carecen de empleo.
Otras peticiones apuntan fijar un salario mínimo interprofesional de 800 euros en el primer año y subidas progresivas durante la legislatura, hasta alcanzar el 60% del salarios medio del país.
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