Asilo con red, un proyecto murciano que opta a los Nobel de la UE

Más de 7.200 kilómetros y unas ocho horas de vuelo separan Venezuela de España, una distancia que para los migrantes[…]

Más de 7.200 kilómetros y unas ocho horas de vuelo separan Venezuela de España, una distancia que para los migrantes significa empezar de cero y que, la mayoría de las veces, se traduce en la venta de todas las propiedades a cambio de pasajes de avión.

Es el caso de Adilna, que llegó a España hace casi tres años con su marido e hijo de 9 años, y embarazada de seis meses, huyendo del hambre y del miedo a morir, según ha relatado en una entrevista con EFE.

"Llegué a España sin nada, pero con mucha tristeza y con miedo por el futuro de mis hijos", afirma esta venezolana, una de las doscientas personas que participan en el proyecto de integración laboral e inclusión social para refugiados del Servicio de Empleo y Formación (SEF) de Murcia, que ha sido seleccionado por la Comisión Europea para sus premios Regiostars.

El programa, desarrollado por las consejerías de Empleo y de Familia del Gobierno autonómico, se puso en marcha de forma pionera en España hace ahora un año en colaboración con las organizaciones Cruz Roja, Cepaim, Murcia Acoge y Accem, y trata de propiciar una especie de "ventanilla única" para el refugiado, que acompañe en el proceso de adaptación cultural, lingüística y académica, y de entrada al mercado de trabajo.

En palabras del consejero murciano de Empleo, Javier Celdrán, es una respuesta a la obligación que tienen las administraciones de "dar cobijo y apoyo" a quienes llegan con "enormes dramas personales y familiares, y se ven en la necesidad de abandonar abruptamente sus raíces".

La Comunidad de Murcia, con su proyecto de inserción laboral de mujeres víctimas de violencia machista, ya fue reconocida en 2017 con un premio Regiostars de la Comisión Europea, considerados los "Nobel" de la UE, y el hecho de que haya sido seleccionada otra vez para la edición de este año, cuya votación (abierta al público), empieza el 3 de julio, supone un "espaldarazo al trabajo de los funcionarios públicos".

"Estamos hablando de personas, de refugiados que llegan en situaciones extremas, de empresarios que les acogen en el trabajo al final del proceso, y de asociaciones y funcionarios que les guían en el camino", ha dicho Celdrán.

Adilna, como otros muchos, entró al programa a través de la Fundación Cepaim y de una oficina de empleo a la que llegó, por recomendación de una vecina, en busca de la tarjeta del paro.

Publicidad
Publicidad

Trabajadora desde los 18 años y con tres años de estudios de marketing en Venezuela, acaba de examinarse del nivel superior de las llamadas "competencias clave", unas enseñanzas que permiten a la administración baremar la formación de origen del emigrante para iniciar el proceso de convalidación de estudios, si fuera el caso, o de inserción en el mundo académico de cara a mejorar sus competencias y facilitar la búsqueda de empleo.

"Cualquier trabajo es bueno para mi", dice a EFE Adilna, que ejercía de administrativa en una consulta médica en Venezuela cuando vendió su casa y su coche para conseguir tres billetes de avión.

El director del Servicio de Empleo y Formación de Murcia, Alejandro Zamora, explica que el censo de refugiados en Murcia (647 personas) es "tremendamente heterogéneo" en nacionalidad, formación y experiencia laboral, y que en todos los casos se insertan en el programa a través de la puerta de acceso de las asociaciones de integración sociocultural.

Publicidad

A esta primera fase de adaptación a su nueva vida le sigue, según Zamora, la etapa de capacitación y formación, en la que un tutor guía al emigrante en el proceso de cualificación académica y de búsqueda activa de empleo.

En paralelo, el programa fija una fase de integración en los sistemas sanitario y educativo, en este caso de los menores a cargo del refugiado, si existieran, para procurar a este colectivo los mismos derechos asistenciales a los que accede la población local.

Tanto Adilna como los responsables de Empleo de la comunidad murciana subrayan la implicación de los técnicos en el éxito de este programa, uno de los 21 seleccionados por la Comisión para los premios Regiostars y que compite, junto a uno de la rama belga de Médicos del Mundo, en la categoría destinada a los proyectos que abordan los retos migratorios.

Adilna confiesa sentir un "tremendo agradecimiento" hacia España y reconoce que la dureza del día a día en su país le ha llevado a "normalizar" el dolor, aunque "el dolor, y el miedo, no se olvidan".

Publicidad

.

En portada

Noticias de