Wongowin: Un «Wallapop social» o rastrillo benéfico online 2.0
Esta compañía con sede en Barcelona ha lanzado un portal que permite comprar y vender objetos de segunda mano a la vez que se contribuye a una causa social.
Dice un reciente estudio de la Comisión Europea que el 91 por ciento de los españoles querría contribuir a causas sociales pero solo el 23 por ciento da finalmente el paso. Miquel Mascort, fundador de Wongowin, cree que el motivo tiene que ver con el hecho de que muchísimas familias españolas tienen problemas para llegar a final de mes. «Todas las iniciativas solidarias implican poner dinero cuando la gente no tiene dinero. Sin embargo, diversos estudios de muchísimas sociedades de todo el planeta dicen que las personas con menos renta son precisamente las más solidarias», explica. Por eso, se le ocurrió montar un proyecto en el que la gente pudiese contribuir a causas sociales sin tener que aflojar la cartera. Y así fue como nació Toys to help (el germen de Wongowin) y, después, el propio Wongowin, una especie de rastrillo benéfico online o «Wallapop social», en el que los usuarios pueden vender los objetos de segunda mano que ya no usan y destinar una parte del precio de la venta a causas sociales. «Pensamos que todo el mundo tiene cosas en casa que deja de utilizar pero que tienen un valor y se pueden vender y dar dinero a causas sociales. Así aunamos no solo la solidaridad como impacto social, sino también la sostenibilidad», explica este emprendedor, que fue trabajador de BBVA durante una década antes de dar el salto a montar su propio negocio.
Así, el usuario escoge si quiere donar el 100 por cien del dinero que saque de la venta o tan solo un 10 por ciento. «Mantenemos una mínima cantidad para que se haga acción social pero no exigimos ese 10 por ciento cuando se trata de artículos muy valiosos. Es decir, que ese porcentaje baja en función de la cuantía del producto», relata Mascort.
Lo que no pagan los usuarios de Wongowin es una comisión por las operaciones realizadas. El modelo de negocio de la empresa pasa por la publicidad online, el pago por promocionar los productos, una comisión a las ONG y una herramienta de pago elaborada a partir de un algoritmo que permite a los usuarios promocionar sus productos específicamente entre clientes interesados en esa mercancía.
En cuanto a la aceptación que la aplicación ha tenido en la población, ya cuenta con 60.000 descargas y 20.000 usuarios registrados desde que salió a la luz en septiembre de 2016. Asimismo, ya se han cerrado más de 3.500 operaciones con la herramienta durante este 2017.
Financiación para publicitarse
Miquel Mascort, fundador de Wongowin, cuenta que la compañía está inmersa en una ronda de financiación para poder sufragar una gran campaña de medios que dé a conocer la herramienta. «Estamos buscando una ronda de 300.000 euros. 100.000 de ellos intentaremos lograrlos vía crowdfunding a través de Crowdcube y, luego, a través de inversores institucionales intentaremos llegar a 300.000. Además, intentaremos complementar con alguna financiación pública», explica Mascort. Esta ronda se uniría a la inicial que les ha permitido poner en marcha el proyecto y que ascendió a 110.000 euros obtenidos de dos business angels, familia, amigos y conocidos.
Causas con las que colaboran.
Wongowin colabora con un catálogo de 60 ONG. «Nos comentan las causas que serían financiables y nosotros escogemos las que creemos que pueden tener mayor sentido en cuanto a impacto social y que pueden llegar a ser lo más eficientes posible para que el dinero maximice su valor», relata Mascort.