Las formas de los nuevos ricos de Atlas Capital
Mientras el mundo asiste a la hecatombe de los grandes iconos del mundo financiero, en una crisis con los más[…]
Mientras el mundo asiste a la hecatombe de los grandes iconos del mundo financiero, en una crisis con los más viejos del lugar comparan a la de la Gran Depresión del 29, en España también ocurren acontecimientos que tienen su aquel, sobre todo por las formas, esas pequeñas normas de buen comportamiento cada vez más en desuso.
Es obvio que lo que sucede en los corrillos de Madrid no tiene nada que ver -Dios nos libre- con el hundimiento de casas centenarias como Lehman Brothers, Merrill Lynch, Morgan Stanley o AIG, pero no hay que olvidar que aquí también se venden bancos de inversión. Así ha ocurrido con Atlas Capital, que ha pasado a manos del británico Close Brothers, después de que sus ejecutivos españoles soltaran su 55% por la módica cifra de unos 30 millones de euros, según se comenta en los pasillos de la firma.
Para quien no lo conozca, diremos que Atlas es uno de los bancos de inversión dedicados a asesorar fusiones y adquisiciones de hasta 300 millones con más prestigio, una casa similar a la N 1 de Santiago Eguidazu o la GBS Finanzas de Pedro Gómez de Baeza y Juan Antonio Samaranch. Sus socios, encabezados por León Benelbas, han decidido que es hora de poner en valor sus conocimientos y sus acciones.
El problema es que lo han hecho sin avisar a sus otros socios, los dueños de Atlas Capital. Patrimonios, la gestora de fondos de la que los directivos de Atlas Capital son dueños del 31%. Los ejecutivos de la firma de gestión de activos se enteraron, como el ex presidente Felipe González, por la prensa del movimiento de sus colegas, que trabajan en la planta de abajo en un edificio próximo a la .
Tan sólo uno de los socios directores que vendieron tuvieron la delicadeza de comunicar a sus compañeros de negocio que vendían sus participaciones para convertirse en nuevos ricos. El cabreo que se respira en la gestora es de esos que huelen a incendio. O muchos nos tememos o ese matrimonio que surgió en 2003 entre los ex responsables de banca privada de Morgan Stanley y los ex socios de banca de inversión de Pricewaterhouse -Atlas Capital nació en 2000- acabará pronto y mal.
Para que vean que aquí también se cuecen habas.