La propuesta de Bruselas para emisiones diésel sale adelante en la Eurocámara

La propuesta comunitaria que permitirá a los vehículos diésel que se vendan a partir de 2017 rebasar los límites de emisiones en un 110 % superó hoy el escollo del pleno del Parlamento Europeo, que la respaldó frente a una recomendación de la Comisión de Medioambiente de rechazarla.

La Eurocámara, que ha hecho caso a los fabricantes, rechazó así el veto que solicitaba la comisión parlamentaria, que había cosechado en su momento 323 votos en contra de la propuesta, 317 a favor y 61 abstenciones.

De esta forma, saldrá adelante la iniciativa acordada por la Comisión Europea y los Estados miembros que fija nuevos límites de emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) de los vehículos diésel para cuando se introduzca el esperado sistema de homologación en condiciones reales de conducción, y no en laboratorio, como hasta ahora.

La comisaria de Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska consideró que su iniciativa había tenido en cuenta las críticas que había recibido la redacción inicial, e hizo hincapié en que todo esto supondrá "un nuevo procedimiento de homologación" más próximo a la realidad.

Tras el estallido del escándalo por los coches trucados por Volkswagen para eludir los controles en laboratorio de emisiones, expertos de los Estados comunitarios y de la Comisión Europea llegaron a un acuerdo en octubre para introducir nuevos test que se parezcan más a las condiciones de conducción en carretera.

Se deben aplicar a partir de septiembre de 2017, pero ante los argumentos de los fabricantes de que no sería posible respetar los topes de emisiones en ese plazo en esas nuevas condiciones, se acordó permitirles que las superaran en un 110 %.

En una segunda fase -a partir de 2020 para los modelos nuevos y de 2021 para todos los vehículos nuevos-, ese incremento con respecto a los estándares fijados inicialmente se limitaría al 50 %

El eurodiputado Ivo Belet, miembro de la comisión de investigación sobre las emisiones de vehículos, consideró que la Eurocámara ha tomado "una decisión pragmática" que va a permitir una rápida puesta en marcha de las nuevas pruebas de homologación, y servirá para una reducción de las emisiones de los motores diésel "a corto plazo".

Belet añadió que haber vetado la propuesta hubiera significado dejar un vacío legal durante al menos dos años, que hubiera supuesto incertidumbre para los fabricantes y "ningún progreso de ningún tipo para el medio ambiente".

Actualmente, las emisiones de algunos de los vehículos llegan a ser un 400 % superiores a los límites cuando se llevan a cabo análisis en carretera y no en laboratorio.

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