La gran banca cobra hasta tres veces más a otras entidades por usar sus cajeros

La CNMC sostiene que con la nueva política de comisiones en los terminales, los usuarios tenderán a utilizar los de su propia red

La comisión que aplican los bancos a su competencia por el uso que hacen los clientes de sus cajeros automáticos ha fortalecido el estatus de las entidades con mayor implantación territorial hasta el punto que han llegado a triplicar el importe de las tarifas que exigen a las otras financieras. Caixabank, BBVA y Santander -ostentan un 45% del mercado de terminales- cobran entre 1,85 y dos euros por operación que un cliente ajeno realice en sus cajeros, frente a los 0,65 de hace un año.

El cambio viene motivado por la política que toda la banca ha implantado desde que CaixaBank, primero, y BBVA y Santander después, anunciaran el cobro de comisiones a los titulares de tarjetas de otras firmas que usaran su red. Sin embargo, el Gobierno prohibió que esta práctica afectara al usuario, aunque sí permitía que se gravara entre bancos.

El resultado ha sido contundente, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC): este nuevo sistema «podría favorecer» a las grandes entidades «al poder actuar con más independencia». Disponen de una red de cajeros tan amplia que no tienen que depender de los servicios prestados por la competencia.

Mucho más limitada se encuentra la acción de los bancos medianos y pequeños, a los que les «habría resultado menos ventajoso» este nuevo sistema «al no poder ofrecer el servicio en las mismas condiciones que antes», según indica Competencia. Al disponer de una red mucho más pequeña y circunscrita a determinadas provincias, han tenido que llegar a acuerdos con otras entidades para poder ofrecer el mismo servicio sin coste adicional para el usuario.

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El cliente usa su red

Ante esta situación, comenzaron a forjarse pactos entre entidades. El más importante fue el establecido entre Bankia, Sabadell y Euro 6000, que incluye 18.000 cajeros, en los que se aplica una comisión recíproca -de banco a banco- de 0,65 euros. Popular y Bankinter son las que más acuerdos de carácter bilateral han alcanzado para posibilitar que sus usuarios puedan usar más terminales.

La propia CNMC reconoce que este impacto sobre el cliente final «no está claro», porque depende casi de cada caso. El regulador sí sostiene que este sistema «propicia un mayor uso relativo de la red propia». E incluso «podría dar lugar -afirma la Comisión- a un repliegue» de los usuarios de tarjetas hacia entidades con mayor red de cajeros.

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