Hollande da por cumplidas sus promesas en los altos hornos de Florange

El presidente francés, François Hollande, visitó hoy con gran discreción y rodeado de medios de seguridad la siderúrgica ArcelorMittal en[…]

El presidente francés, François Hollande, visitó hoy con gran discreción y rodeado de medios de seguridad la siderúrgica ArcelorMittal en Florange (noreste), donde aseguró haber cumplido sus promesas electorales de 2012, contrariamente a lo que defienden los sindicatos que boicotearon su estancia.

Frente al descontento de una parte de los asalariados, Hollande, que tras su rápida visita a Florange inauguró el Instituto de Investigación MetaFensch en Uckange, recordó que lo esencial en ese sitio industrial era no suprimir empleos" y no hubo plan social.

"Cuando se habla de Florange hay que ver el símbolo de un éxito a la francesa" y el símbolo de la renovación, dijo Hollande, que también añadió que "los franceses tienen que ver Florange con orgullo".

El jefe de Estado, que durante su campaña electoral de 2012 habló a los trabajadores de ese mismo sitio industrial subido en una camioneta, concedió que hubo, sí, "un conflicto que duró mucho tiempo y que fue duro", pero estimó que "quedó resuelto".

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"No solo se salvaguardaron empleos sino que también se han realizado nuevas inversiones", agregó en referencia a los 180 millones que el gigante siderúrgico aportó, de los que solo 53 millones permitieron realmente inversiones estratégicas, según denunciaban los sindicatos.

Representantes de CFDT y CFE-CFC recibieron a Hollande, cuya visita boicotearon CGT, FO y Sud, muy críticos entre otras iniciativas tomadas por el número uno mundial del acero con el cierre de dos altos hornos de Florange en 2013.

No solo está Florange, "contrariamente a lo que dice Hollande, ArcerlorMittal continua destruyendo puestos de trabajo". En Francia un millar cada año, denunciaron a los medios.

"Aquí se están rodando hoy escenas de películas con figurantes seleccionados cuidadosamente" para evitarle a Hollande todo encuentro y fotografía desagradable, declaraba a la televisión BFMTV el exlíder de FO, Walter Broccoli.

El jefe de Estado realizó esta visita "de alto riesgo" en un momento delicado de su precampaña electoral, todavía no oficial, tras la polémica publicación del libro "Un président ne devrait pas dire ça..." (Un presidente no debería decir eso), con confidencias suyas contra los jueces, el islam y la inmigración.

Según el último sondeo, sin embargo, la escasa confianza que los franceses depositan en él mejoró tres puntos en octubre, aunque todavía el 79 % de la ciudadanía juzga negativamente su acción, frente al 80 % en el anterior sondeo Ipsos para "Le Point".

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