El 77% de semilla de cereal de invierno en Extremadura está fuera de control

La Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (Anove) ha alertado hoy de que el 77 % de la semilla de cereal de invierno que se siembra en Extremadura es de origen desconocido, una cifra que a nivel nacional es del 43 por ciento.

Ante estos hechos, Anove ha solicitado en una nota de prensa atención sobre los problemas legales y de pérdida de producción que puede generar el uso de semilla fuera del circuito autorizado.

Según los datos que ha aportado el colectivo, en España se siembran 5,5 millones de hectáreas de cereal de invierno y solo el 28 % de la semilla que se utiliza es certificada, un 20 % es semilla acondicionada y el 9 % reempleo del agricultor.

Esto implica que un 57 % se puede considerar semilla legal, mientras que el 43 % restante es de origen desconocido, en muchos casos clandestino, y sin ninguna clase de control.

Desde Anove han aseverado que este tipo de semilla no cumple con los estándares oficiales que garantizan la semilla certificada como la germinación mínima, la pureza varietal o la sanidad de la semilla.

Entre las mayores zonas cerealistas de España, Extremadura se estima como la zona con mayor volumen de semilla fuera de todo control, con un 77 %, seguido por Castilla la Mancha (54 %), Castilla y León (49 %), Aragón (45 %) y Andalucía (40 %).

En Aragón, solo un 35 % de la semilla de cereal de invierno que se siembra es certificada. Un 20 % corresponde a grano acondicionado.

En el caso del grano acondicionado para su reempleo en la siembra, han indicado que se están produciendo muchas declaraciones falsas sobre la identidad de la variedad con el objeto de eludir el pago del canon en el caso de variedades protegidas, lo que está siendo objeto de investigación.

Anove ha recordado que la única semilla que puede ser comercializada es la certificada y que ninguna otra semilla, simiente o grano para siembra puede ser comprada o vendida ni encontrarse legalmente en el mercado.

Así, los agricultores están autorizados a reemplear como semilla el grano que obtengan en su propia explotación pero esos granos no pueden en ningún caso comercializarse ni intercambiarse entre agricultores.

El secretario general de la asociación, Antonio Villarroel, ha destacado que todavía "queda mucho camino que recorrer para conseguir que el uso de semilla certificada sea la práctica habitual en el cultivo de cereal".

Además, ha recordado que la producción y comercio de semillas "es una actividad regulada y sujeta a autorización y control administrativo" y que su incumplimiento mediante uso de semilla no certificada "puede suponer multas e incluso penas de cárcel para los infractores".

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