ACS e Iberdrola: condenados a entenderse

ACS e Iberdrola deberían comenzar 2011 con el propósito de llevarse bien y olvidar viejas rencillas. El presidente de la[…]

ACS e Iberdrola deberían comenzar 2011 con el propósito de llevarse bien y olvidar viejas rencillas. El presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, debería entender que si la constructora ha elevado hasta el 20,2% su participación en la compañía, es porque a Florentino Pérez le gusta cómo está gestionándola. Ambos, Galán y Pérez, son grandes gestores, deberían sentarse, poner fin a los litigios judiciales que los enfrentan y ver cómo pueden colaborar. Pérez tiene claro que la electricidad debe estar presente en su cuenta de resultados y Galán sabe muy bien en qué mercados debe crecer. Nada debería ser más fácil que conciliar ambas estrategias. El "agresor", Florentino Pérez, ha tendido repetidas veces y a través de múltiples cauces una mano que en algún momento debería tomar Ignacio Galán.

En Bolsa, la respuesta de Iberdrola ha sido muy tibia. ¿Por la incertidumbre que supone la entrada de los nuevos consejeros de ACS? ¿Por la beligerancia de la posible respuesta de Galán a Florentino Pérez? Lo cierto es que las acciones de la eléctrica han caído incluso en los días en los que se anunciaba la subida de la tarifa de la luz. Miguel Sánchez, de Inverseguros, considera que los títulos de la eléctrica ya cotizaban este movimiento de la constructora, y que ahora están oscilando al ritmo que marcan las pobres perspectivas del sector, con una demanda que seguirá siendo muy débil durante el año 2011. Y sus títulos no contarán con el apoyo de la posibilidad de que ACS lance una opa, como Acciona hizo sobre Endesa. Porque Iberdrola es demasiado grande.

¿Y la constructora? ¿Acierta con su apuesta por Iberdrola en este momento, coincidiendo con el triunfo de su opa por la alemana Hochtief? Alberto Roldán, director de análisis de Inverseguros, asegura que sí. Con la superación del 20%, ACS consolida los resultados de la eléctrica por puesta en equivalencia, lo que la abarata en términos de per (cotización entre beneficio por acción), además ha rebajado el precio medio de adquisición de los títulos. A lo que hay que sumar los ingresos que obtendrá vía dividendos, que no están en peligro porque, dadas las condiciones actuales de mercado Iberdrola no podría permitirse el lujo de reducirlos. La operación de Hochtief es incluso más atractiva: además de que le ha salido prácticamente gratis, inyecta caja, mejora su situación financiera, amplía su diversificación internacional y la hace depender menos de España, lo que mejorará su acceso a los mercados de capitales durante este 2011. De ahí que en 2010 fuera uno de los ocho valores del Ibex que terminó el año en positivo.

Para ambas compañías se abre una etapa de cierta incertidumbre. Sobre todo para ACS, que peleará ahora con más argumentos para entrar en el consejo de administración. Porque Iberdrola puede seguir con su batalla impugnándole sus cuentas y cuestionando la participación indirecta que la constructora tiene de sus acciones. Pero sería seguir dando un espectáculo lamentable.

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