Abengoa no ve la luz

El valor se encuentra atascado en un ciclo bajista permanente con disputas internas entre los accionistas y sin ningún punto de apoyo que ayude a reflotar tanto la situación empresarial como el desempeño bursátil.

La lista de problemas a los que se enfrenta Abengoa es extensa. La compañía presentó las cuentas del primer semestre del año y arrojó unas pérdidas de 100 millones de euros y eso que fueron parcialmente compensadas por la venta del 25 por ciento de Atlantica Yield. La única nota positiva fue el Ebitda, que mejoró en un 444 por ciento, hasta 87 millones de euros. Pese a la desinversión en Atlantica el endeudamiento financiero bruto de la empresa alcanza los 4.649 millones de euros y el presidente de Abengoa, Enrique Urquijo, asegura que necesitan más avales para su futuro, pero dada la situación que atraviesan puede resultar complejo que consigan, por ejemplo, créditos bancarios para reducir deuda.

La empresa sevillana confía su supervivencia a la venta de Atlantica Yield y a su mayor proyecto focalizado en México. Con la venta de Yield asegurada la atención se centra en la desinversión de la planta de cogeneración A3T en Tabasco (México), pero la posible venta que estaba casi cerrada se complica por momentos. La empresa canadiense AAGES era la mayor interesada en hacerse con la planta valorada por Abengoa en 576 millones de euros, incluidos 480 millones de deuda, pero parece que AAGES ha ido perdiendo interés en el proyecto mexicano. Por otro lado, Abengoa había utilizado el A3T para firmar un acuerdo con Banco Santander para obtener 95 millones de euros de liquidez. 

A estos graves problemas de solvencia se ha unido la imposibilidad de celebración de una junta general extraordinaria de accionistas que se había convocado para tratar la propuesta realizada por Inversión Corporativa (sociedad que incluye a la familia Benjumea, otras familias fundadoras y accionistas minoritarios) de aprobar un split (desdoble de acciones), con el cual evitar una nueva dilución por el cambio mínimo de cotización realizado en julio por Bolsas y Mercados Españoles (BME) y que provocaría un dilución del 90 por ciento de las acciones del grupo IC. 

En concreto, el 24 de octubre entra en vigor esta norma que implica la modificación del precio mínimo de cotización de valores negociados en el mercado continuo a 0,0001 euros, respecto al valor de 0,01 euros vigentes hasta la fecha. Y hay que recordar que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) había advertido a la compañía que si prosperaba el split estudiaría si esta medida podría constituir «un supuesto de manipulación del mercado».

La visión de los analistas

El director de inversiones y renta variable de ATL Capital, Ignacio Cantos, asegura que una situación como la de Abengoa «es difícil de solucionar», aunque quizás desde el punto de vista operativo «puede ser posible encontrar algo de mejoría». Este experto considera que los bancos no pueden seguir otorgando préstamos a la compañía dada la compleja situación por la que atraviesa, por lo que «van a pedir títulos a cambio» y esto perjudica directamente a los pequeños accionistas y los accionistas más veteranos en el valor, explica Cantos. 

El analista de XTB Guillermo Torrego califica a Abengoa como una compañía «difícil de valorar y con mucha volatilidad», pero tiene claro que no le vendrá nada bien la próxima subida de tipos de interés de los Bancos Centrales a la hora de devolver los créditos o la opción de seguir financiándose con esta fórmula. El experto de XTB considera que hay que ser «cautos» con el valor, ver si es capaz de revertir «algo» la situación y «esperar a que puedan entrar grandes fondos de inversión interesados en los tipos de proyectos a los que se dedica Abengoa» y que estas posibles entradas «favorezcan el saneamiento de la empresa».

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