Menú de fusiones bancarias en 2016: Bankia, el perejil de todas las salsas

Bankia encabeza los aspirantes a ser objeto de una posible adquisición porque podría inclinar el liderazgo del mercado nacional a favor de uno de los dos grandes bancos españoles, Santander o BBVA.

Las quinielas sobre posibles fusiones en el sector financiero se han acrecentado con el comienzo de año, aunque algunos nombres ya se repiten con frecuencia en las listas. Bankia encabeza los aspirantes a ser objeto de una posible adquisición porque podría inclinar el liderazgo del mercado nacional a favor de uno de los dos grandes bancos españoles, Santander o BBVA.

Sin embargo, inversores y analistas sitúan a Liberbank como una opción, a priori, más interesante. Tras explorar una veintena de posibles operaciones que pueda protagonizar el banco constituido en 2011 por Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria, han llegado a la conclusión de que puede ser el complemento perfecto de un banco mediano como, por ejemplo, el Sabadell o el Popular, más reacio a entrar.

Cuestiones como su tamaño relativamente pequeño -y, por tanto, perfectamente digerible sin grandes costes-, su fuerte presencia en regiones con gran potencial bancario e incluso su experiencia bursátil -que facilitaría realizar una valoración de mercado sencilla- la sitúan como un candidato muy a tener en cuenta. El precio de la operación, no obstante, difícilmente bajaría de los 2.400 millones de euros.

Otra posibilidad sería un fusión entre bancos procedentes de cajas, en este caso la propia Liberbank con BMN, creado en 2010 tras unir sus negocios Caja Murcia, Caja Granada, Caixa Penedès y Sa Nostra. Los analistas estiman que una vez juntas, las sinergias obtenidas reducirían hasta un 19% los costes de la entidad resultante mientras que el hecho de contar con el mismo sistema informático también evitaría gastos complementarios. La guinda a este pastel sería su complementariedad geográfica, al no actuar hoy en día en los mismos territorios.

En clave nacional

En cualquier caso, la 'novia' más deseada parece ser Bankia. Una vez puestas en orden sus cuentas -al cierre del tercer trimestre había ganado 855 millones de euros, un 7,3% más que hace un año- y con sus avatares judiciales ahora en un segundo plano -el posible juicio por la polémica salida a Bolsa del banco difícilmente tendría lugar en 2016-, su compra puede ser clave para el control del mercado nacional.

Ni su precio (al menos 16.500 millones de euros, 5.000 más que su cotización bursátil) ni sus sinergias son muy convincentes... salvo para el BBVA. Por su 'mix' geográfico, la fusión sí daría un ahorro de costes de hasta el 14% al banco que preside Francisco González, aunque tendría que vender su filial en EE UU para hacer caja (10.000 millones).

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