Bankia: en el ojo del huracán tras el pacto Sánchez-Iglesias

Los inversores temen la nacionalización de la entidad, una nueva presidencia para el banco y una mayor presión de impuestos para todo el sector.

Las repercusiones en el mercado al acuerdo alcanzado entre el PSOE y Unidas Podemos no se han hecho esperar y han colocado a Bankia, propiedad del Estado en un 60%, como la más damnificada de un gobierno dirigido por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

Los títulos de Bankia se dejan más de un 5% en el Ibex 35 y es que a los inversores no se les olvidan las continuas declaraciones del líder de Unidas Podemos en las que recalcaba su intención de no privatizar Bankia y continuar con un banco completamente nacionalizado, algo que, como se puede comprobar, no es del agrado del mercado.

Es más, en su programa electoral son muy claros al respecto y apuntan que, en caso de gobernar, impedirán la "inminente" privatización de Bankia "después de que nos hayamos gastado 60.000 millones de euros en el rescate bancario". Podemos cree que se debe "aprovechar la situación" para intervenir en la entidad.

Goirigolzarri, despedido

Además y "con carácter inmediato", cambiarían la presidencia de Bankia, por lo que expulsarían a la actual cabeza, José Ignacio Goirigolzarri, para colocar una nueva "que sí sea capaz de entender el rol que debe desempeñar la banca pública en la mejora del país". 

Así, los planes de Podemos y la estrategia de Goirigolzarri chocan frontalmente. El presidente de la entidad insiste en la privatización gradual del banco como la mejor fórmula para que el proyecto que pilota no sea, precisamente, un a acto político y de rescate. Para añadir más tensión a la cuestión, cabe recordar que Goirigolzarri es un gran crítico de la banca pública, afirmando que no existe "ninguna sostenible" y que solo son "instrumentos políticos" 

Los inversores parecen respaldar la visión del actual presidente y tampoco olvidan las previsibles subidas de impuestos a las entidades, "Tasa Tobin" incluida, que tendrían que hacer frente los bancos en caso de que el futurible ejecutivo se decidiese en aumentar la presión sobre estas.

Además, el sector atraviesa un momento muy delicado en búsqueda de aumentar su rentabilidad en un entorno de tipos bajos y desaceleración económica. Por si no tuviese suficiente presión, en los últimos días, organismos internacionales como el Banco Central Europeo (BCE) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA) han puesto en tela de juicio su capacidad de capital, rentabilidad y solvencia.

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Por tanto, las previsibles medidas que puedan llevar a cabo la coalición PSOE-Unidas Podemos podrían presionar aún más los márgenes de las entidades financieras lo que resta atractivo inversor. De ahí se desprende cómo todas las entidades cotizadas españolas -Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Bankinter, Sabadell, Liberbank y Unicaja- caen con fuerza en la Bolsa de Madrid.

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