Los inversores buscan en la vivienda la rentabilidad que no dan otros activos
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Esta vez la subida del precio de la vivienda no es un fenómeno exclusivamente español, sino que se ha producido, en palabras del Fondo Monetario Internacional (FMI), a nivel global de una manera «fuerte y sincronizada», por la irrupción de los inversores institucionales en los principales mercados inmobiliarios mundiales en búsqueda de la rentabilidad que no llega en otros activos financieros. Significativas son las inversiones inmobiliarias que, por ejemplo, está llevando a cabo Warren Buffett en Berlín.
Esta brusca revalorización de la vivienda ha llevado al propio FMI a apuntar que el precio de los pisos ya está empezando a comportarse como un activo financiero más, como las acciones o los bonos, marcado por las decisiones que tomen los inversores internacionales.
Todo esto provoca temores por un posible resurgir de la burbuja inmobiliaria y que muchos inversores quieran apuntarse a la fiesta cuando ya sea demasiado tarde, cuando se estén recogiendo los confetis del suelo. Es cierto que todavía quedan oportunidades, aunque ya son más difíciles de encontrar, y es posible que la rentabilidad que habíamos calculado inicialmente no se cumpla.
En España, sobre todo, los inversores buscan vivienda para comprar y alquilarla posteriormente, al calor de las fuertes rentabilidades que están dando los alquileres turísticos a través de plataformas como Airbnb, lo que ha llevado a reducir la oferta de alquiler de vivienda habitual y a disparar los precios en este mercado.
La mayoría de los expertos no ven, de momento, síntomas de burbuja, no están excesivamente preocupados. Estiman que los precios, en la mayoría de los sitios, todavía están lejos de los alcanzados antes del anterior estallido de la burbuja inmobiliaria, estallido, por cierto, del que poca gente avisó, porque estaban convencidos de que la subida de los precios no iba a tener fin.
Llama también la atención que con las dificultades que están encontrando miles de personas en España para acceder al mercado inmobiliario, tanto en compra como en alquiler, por sus elevados precios, los nuevos partidos políticos que fueron muy críticos con el estallido de la burbuja inmobiliaria, apenas si se están moviendo para intentar frenar unos precios desbocados. Y ahora no tienen excusas, ya están en el Congreso, ya pueden cambiar las leyes.