Arenys de Munt amenaza con multar a quien retire los lazos
El Ayuntamiento de la localidad barcelonesa de Arenys de Munt estudia sancionar con multas de hasta 200 euros quienes retiren[…]
El Ayuntamiento de la localidad barcelonesa de Arenys de Munt estudia sancionar con multas de hasta 200 euros quienes retiren lazos amarillos y otros elementos de propaganda independentista de sus calles. Si finalmente esta pretensión sale adelante, los grupos de ciudadanos que retiran la simbología secesionista de los espacios públicos (conocidos como GDR) se encontrarán con un nuevo escollo, al que se suman las agresiones puntuales y el desamparo generalizado con el que bregan día a día.
Todos los partidos que integran el pleno del Ayuntamiento de Arenys de Munts (ERC, el PDECat, la CUP y el PSC), acordaron en un pleno celebrado el pasado 17 de mayo advertir a quienes retiran lazos amarillos que el consistorio tiene la capacidad -y la intención- de utilizar su ordenanza de civismo para sancionar a las personas o grupos que se dediquen a retirar lazos amarillos y otra simbología destruida por los secesionistas por las calles de la localidad.
«Los tratan como basura o un objeto repulsivo, obviando, vulnerando y atacando los sentimientos y el derecho de libertad de opinión y expresión de las personas, afectadas emocionalmente, que los han puesto», señala el texto del acuerdo, citado por el diario «Ara». Asimismo, los responsables de la corporación apuntan que los lazos no son otra cosa que «símbolos de solidaridad pasiva» con los dirigentes secesionistas presos. El orden del pleno celebrado el pasado 17 de mayo también contemplaba la aprobación de una declaración institucional «a favor de los lazos amarillos en los lugares públicos». Paralelamente, también se mencionaba una pregunta del grupo municipal de la CUP en la que pedía que se sancionaran los «infractores» de la «masiva eliminación de lazos» que vivió el pueblo el pasado 23 de abril.
«Es paradójico que un Ayuntamiento, en lugar de hacer cumplir las ordenanzas de no ensuciar las calles y pegar mensajes políticos en lugares públicos llamen a reprimir a las personas que trabajan por la paz social», explica a ABC David, miembro de una de las brigadas de limpieza de lazos que actúan habitualmente en la comarca del Maresme, donde se encuentra Arenys. Paralelamente, señala que cada vez es más «normal» que en Cataluña la legalidad se vea superada por «posicionamientos políticos».
«Nos preocupa que haya gente que esto la detenga en el momento de unirse a nuestros grupos de limpieza. Todos somos gente normal y tranquila, ajena a la política, y con estas amenazas que tienen poco recorrido quizás consiguen que la gente se lo piense dos veces», lamenta. Sin embargo, subraya que su intención es seguir trabajando para retirar los lazos de las calles y fomentar así la convivencia en su localidad. «No nos planteamos desistir, en absoluto, más bien lo contrario», recalca.
Arenys, cuna del «procés»
Arenys es un referente, un icono del soberanismo catalán. No en vano, en esta localidad se celebró la primera «consulta» sobre una eventual secesión de Cataluña respecto del resto de España. Fue en el año 2009, cuando gobernaba el tripartito en la Generalitat y ERC en el Consistorio de Arenys, como sigue haciéndolo ahora. «¿Está de acuerdo en que Cataluña pase a ser un Estado de derecho, independiente, democrático y social, integrado en la Unión Europea?», rezaba la pregunta. Votaron 2.671 personas, es decir, el 41% del censo, de las que un 96,2 por ciento dijo «sí» a la independencia. Desde entonces, la localidad ha sido punta de lanza del independentismo de comarcas, que a menudo guía el paso de lo que luego se hace y decide en la plaza Sant Jaume, sede del Gobierno catalán.