Liberbank atiende casi el 15 por ciento de sus oficinas con autónomos
Liberbank mantiene los esfuerzos de reducción de costes y mejora de la eficiencia después de ampliar capital para acabar de[…]
Liberbank mantiene los esfuerzos de reducción de costes y mejora de la eficiencia después de ampliar capital para acabar de sanearse el pasado otoño. Para ello, y entre otras medidas, el banco fruto de la fusión de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura desplegó hace un año y medio un plan comercial que incluye la transformación de oficinas del ámbito rural en sucursales franquiciadas dirigidas por empleados de plantilla que pasan a ser agentes financieros autónomos. A día de hoy este modelo supone casi el 15% de la red de distribución del grupo.
La entidad cuenta con 97 oficinas con agentes funcionando desde que en septiembre de 2016 inició este proyecto con una oficina piloto en Cancienes, parroquia de Corvera (Asturias) con 1.702 habitantes. En las próximas semanas, según fuentes de Liberbank, se prevé la apertura de 15 sucursales franquiciadas más, lo que elevará el total a 112 oficinas dirigidas por trabajadores autónomos, frente a las 771 tradicionales.
Esas 112 sucursales suponen el 13% de las 870 oficinas del grupo en España. De las 97 en régimen de franquicia ya operativas, hay 29 en Extremadura, otras 29 en Castilla-La Mancha, 18 en Asturias, 10 en Cantabria y 11 en otras autonomías. Este modelo está pensado para mercados de pequeño tamaño, fundamentalmente poblaciones pequeños del ámbito rural, donde la entidad quiere mantener el servicio sin los costes de tener una oficina y empleados por cuenta propia, es decir, sin sacrificar la rentabilidad.
Los agentes financieros no forman parte de la plantilla de Liberbank, sino que trabajan en régimen de autónomos, y además corren con los gastos de la sucursal. Son oficinas que mantienen la imagen corporativa de Liberbank y ofrece los mismos productos y servicios, pero es el profesional el que corre con sus gastos de alquiler y suministros como luz y agua.
La mitad de los franquiciados son personas con formación universitaria y el 90% de ellos tienen experiencia financiera al proceder de la propia Liberbank de otros bancos, de empresas de seguros y de gestorías o incluso hay familiares de antiguos trabajadores del banco. Además, son profesionales enraizados y con domicilio en la zona donde operan, lo que para el banco garantiza conocimiento de la plaza y de los clientes.
«El seguimiento durante el primer año de funcionamiento de las primeras agencias revela que todas consiguen mejores resultados que antes de ser agencias y mejoran los resultados de oficinas similares pero que siguen siendo sucursales tradicionales», explican desde Liberbank, que abre así la puerta a seguir extendiendo este modelo.
Antiguos empleados
Algunas de esas 97 oficinas, en concreto 15, han sido asumidas en franquicia por antiguos trabajadores de la entidad. Cabe recordar que en los últimos años el banco ha hecho varios ajustes que han reducido su plantilla y red a la mitad. Hace un año aplicó un programa de salidas voluntarias vía excedencias al que se acogieron 500 personas. Pues bien, al cierre de 2017 el banco hizo un provisión para convertir esas excedencias en salidas definitivas.
El compromiso adquirido por Liberbank con los mercados tras ampliar capital en 500 millones en noviembre del año pasado es reducir sus costes totales de forma permanente por debajo de los 400 millones. Al cierre de 2017 se situaban en 423, un 1,1% menos que en el ejercicio anterior. Esto será clave para mejorar su ratio de eficiencia, ahora mismo por encima del 65% ?gasta 65 euros para generar 100 de ingresos?, y por tanto mejorar su rentabilidad.
