Adidas automatiza procesos para fabricar calzado más rápido

En una sala de producción tan limpia como un hospital, caen bolitas de plástico blanco dentro de un contenedor para[…]

En una sala de producción tan limpia como un hospital, caen bolitas de plástico blanco dentro de un contenedor para calzado del tamaño de un monovolumen con las tres tiras blancas de la marca en su lateral. Así funciona esto, porque en unos segundos, la máquina se calienta y da forma al material hasta convertirlo en suelas de zapatillas de running de Adidas, con un solo trabajador adaptándolas a piezas de plástico llamadas barras de estabilidad. Esta es la conocida como «Speedfactory» de Adidas AG, donde la compañía de calzado pretende demostrar que es capaz de producir calzado a bajo coste para economías desarrolladas con costes elevados. El próximo otoño, este centro del tamaño de medio campo de fútbol, albergará a cerca de 160 personas para producir 1.500 pares de zapatillas al día; 500.000 al año. 

Zapatillas en 1 solo día

Este centro, a mitad de camino entre Múnich y Frankfurt, con la apertura de otra gemela este otoño cerca de Atlanta, serán clave para el objetivo de Adidas de alcanzar a la compañía líder del sector: Nike Inc. Sustituye las labores manuales de costura y encolado con máquinas de moldeado y encolado, permitiendo así producir zapatillas en un día, frente a los dos o tres meses que se tardan en China y Vietnam, donde los componentes se distribuyen entre proveedores que producen los componentes individuales. «En la historia de la fabricación de calzado deportivo, probablemente sea la mayor revolución desde que la fabricación se trasladó a Asia», James Carnes, un veterano con 23 años de experiencia como responsable de la estrategia de la compañía, afirma paseando por la planta. «O puede que desde que existe el calzado deportivo».

Las fábricas toman ejemplo de Zara y H&M, compañías pioneras en la producción rápida de moda, como parte de los esfuerzos de Adidas por llevar lo más rápido posible el calzado, las sudaderas y otros productos, desde los cuadernos de los diseñadores hasta los escaparates de las tiendas. Desde Adidas se afirma que el hecho de aunar velocidad y personalización permitirá vender más productos a su precio de salida y evitar que el consumidor se marche a las marcas rivales. Utilizó un prototipo de su «Speedfactory» para fabricar una zapatilla de running llamada «Futurecraft Made for Germany,» todo un bombazo el año pasado, con acampadas a las puertas de las tiendas para hacerse con un par de los únicos 500 que se vendieron a 249 euros (293 dólares) el par.

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Adidas apuesta a que puede repetir el golpe de efecto con las zapatillas especiales para ciudades que se fabricarán en las dos «Speedfactories»: Londres y París este otoño, y Nueva York, Los Ángeles, Tokio y Shanghái el año que viene. Cada versión, de la que no se fabricarán más que algunos miles de pares, presentará características que según Adidas se ajustarán a las necesidades de los runners urbanos. «AM4LDN Adidas Made For London» contarán con reflectantes y con un refuerzo contra el agua para correr en la oscuridad y bajo la lluvia; el modelo de Los Ángeles está diseñado para temperaturas más altas; y la versión de Shanghái estará adaptada para las pistas indoor tan populares en el país. En cada caso, las zapatillas están diseñadas para fabricarse por máquinas y no por la mano del hombre, y Adidas obtiene el beneficio añadido de mantener las últimas tendencias e ideas in-house en lugar de tener que compartirlas con sus proveedores. «Nuestro sector es extremadamente competitivo, así que las novedades tienen un valor enorme», afirma Gerd Manz, supervisor de innovación tecnológica en Adidas. «Nuestro objetivo es recurrir a esto como plataforma de lanzamiento de la tecnología».

La industria innova

Los rivales de Adidas están siguiendo estrategias similares, como Nike, que está invirtiendo en máquinas de encolado eléctrico que ensamblan la parte superior de una zapatilla 20 veces más rápido que una persona. New Balance Athletics Inc. y Under Armour Inc. han lanzado componentes creados con impresoras 3D de las suelas de algunos modelos de zapatillas. Y Feetz Inc., con sede en San Diego, afirma que pueden crear zapatillas personalizadas con impresoras 3D para los consumidores que envíen fotos de sus pies.

Las marcas deportivas hoy en día son fundamentalmente maquinaria de diseño y marketing que dejan las tareas de encolar y coser en manos de subcontratistas. Adidas no cuenta con ninguna fábrica grande desde los 90, pero sus proveedores cuentan con más de 1 millón de empleados en más de 1.000 centros de 63 países. Mientras que la compañía desarrolla la tecnología que emplea en sus «Speedfactories», los centros pertenecen y están dirigidos por la compañía alemana Oechsler AG, un proveedor en exclusiva de Adidas. 

Más vale estar preparados

Las «Speedfactories» no supondrán necesariamente menos puestos de trabajo en los proveedores de Adidas. Con la previsión de la compañía de una tasa de crecimiento anual de entre el 10 y el 12 por ciento anual, que supondrá la fabricación de 40 millones más de zapatillas al año hasta 2020, la contribución de los centros automatizados será muy significativa. Pero si acaban siendo un éxito, Adidas podría incrementar estas cifras o expandir su capacidad hasta los 2,5 millones de pares al año en cada uno de sus centros actuales. 

También se está planteando ofrecer tecnología y procesos a subcontratistas para que puedan implementar procesos automatizados a medida que suben los salarios. «Hoy en día, la coyuntura en Alemania a nivel social, medioambiental y jurídica es la misma que veremos en los países en los que externalizamos en los próximos años», afirma Manz. «Más vale estar preparados».

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