El mercado eléctrico sube un 3 % y cierra el enero más caro desde 2006

El precio de la electricidad en el mercado mayorista subirá mañana un 3,4 % con respecto a hoy hasta situarse en una media de 73,27 euros el megavatio hora (MWh), según datos de OMIE, el operador del mercado.

Con este dato de mañana, este mercado cierra el mes en una media de 71,5 euros, la más alta para un enero desde 2006 cuando terminó en 73,33 euros.

En mitad de una ola de frío que disparó el consumo, el mercado ha tocado este enero niveles que se veían desde diciembre 2013 con 91,88 euros el megavatio-hora (MWh) de media el pasado día 25 y con horas por encima de los 100 euros.

La cifra de mañana es un 20 % inferior a ese máximo de 91,88 euros.

Desde que en 2014 se cambió el sistema para fijar el componente energético estos precios tienen reflejo directo en la tarifa regulada o PVPC, donde están unos 12 millones de consumidores.

Así, el precio en este mercado mayorista supone en torno al 35 % de estos recibos mientras que el 65 % restante del recibo depende de los denominados peajes, que fija el Gobierno y que están congelados para este año, y de los impuestos.

Según datos del simulador de factura de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el recibo eléctrico para un doméstico "tipo" subirá este mes alrededor de un 26 %.

La evolución de este mercado no afecta tan directamente a quienes han contratado el suministro en el mercado libre, en torno a 13 millones, ya que tienen contratos con un precio fijado para un periodo, habitualmente, de un año.

Las fuertes subidas de este mes han reabierto el debate sobre el funcionamiento de ese mercado mayorista, donde generadores y comercializadores fijan el precio de toda la energía que se va a consumir al día siguiente.

Se ha cuestionado que funcione bajo el criterio económico marginalista, es decir que todas las tecnologías de generación cobren en cada hora lo que marque la más cara que entra.

Desde el Gobierno, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, ha rechazado cambiar el sistema y ha planteado ha sido una serie de medidas para actuar sobre el mercado gasista.

Las subidas de enero se han producido en mitad de una ola de frío -que ha disparado la demanda-, escasez de agua y viento -que limita el uso de las plantas hidroeléctricas y los parques eólicos, las dos tecnologías más baratas para generar electricidad- y al encarecimiento del gas natural en los mercados internacionales, combustible que usan las centrales de ciclo combinado.

A esto, se ha sumado la parada de parte del parque nuclear francés.