Los ambulatorios relajan de su frenética actividad, con usuarios despistados

Lunes atípico hoy en el ambulatorio de la Vila Olímpica de Barcelona. Se nota que es el primero de los[…]

Lunes atípico hoy en el ambulatorio de la Vila Olímpica de Barcelona. Se nota que es el primero de los cinco días de huelga de los facultativos de atención primaria porque el centro está menos concurrido que cualquier lunes por la mañana y sólo aparecen unos pocos usuarios desinformados.

A primera hora de esta mañana se han dado algunas paradojas: los médicos estaban en el CAP, pero no en las consultas, sino en la puerta, reunidos y esperando ir hacia la manifestación convocada para el mediodía, y, aunque van vestidos con su bata blanca, hoy no firmaban recetas a sus pacientes, sino que les repartían octavillas con sus reivindicaciones.

Pese a su sobrecarga de trabajo y hartazgo de los recortes y las promesas incumplidas de la administración, la vocación de servicio no la pierden y siguen informando a los usuarios, algunos sorprendidos por ver a sus doctores en la calle y otros, desconocedores de la convocatoria de huelga, preguntan si podrán ser atendidos.

El piquete informativo está desde las ocho de la mañana "dando apoyo" a los médicos en servicios mínimos, difunde sus reivindicaciones y advierte a los usuarios que si tienen cita con el médico a lo mejor tendrán que reprogramarla, pero también informan a los usuarios a qué planta tienen que ir para uno u otro servicio y alivian a los que no se ven afectados.

Éste es el caso de los pacientes que acuden al centro para vacunarse contra la gripe. Una paciente explica a los médicos huelguistas que hoy es el último día que puede venir para vacunarse, así que cuando le dicen que los servicio de enfermería, que administran la vacuna, están en pleno rendimiento se le dibuja una sonrisa.

En la recepción del ambulatorio, el administrativo que atiende explica a Efe que muchos pacientes, sobre todo los mayores, "no estaban enterados" de la huelga, y otros, aunque conocían la convocatoria, no sabían que les afectaba.

Aun así, reconoce que la afluencia es mucho menor que un día laborable normal y que solo se atienden las citas de urgencia y el resto se reprograman.

Los facultativos reunidos afuera aseguran que el seguimiento de la huelga en este CAP es del 100 % y los servicios mínimos garantizan 3 médicos para cada uno de los dos turnos.

Los ánimos de momento están altos y se refuerzan con los datos de seguimiento de otros ambulatorios cercanos, que también rozan el 100 %, y de cara a los próximos días -la huelga está convocada hasta el viernes- se mantiene la confianza, condicionada al avance de las negociaciones.

Otros que han esquivado la huelga han sido los pacientes que tenían visita en el oftalmólogo, como Anna, que, a pesar de no verse afectada, se ha solidarizado con los médicos en huelga: "me parece bien y lo entiendo, no puede ser que un médico haga buenas visitas en dos minutos", ha dicho a Efe.

Otro caso es el de María José, a quien "no le ha quedado más remedio" que venir y esperar porque está de baja. "Si no, no hubiese venido", confiesa a Efe esta paciente, que también se ha mostrado favorable a las reivindicaciones de los huelguistas: "los apoyo totalmente porque están saturadísimos de trabajo, con un cupo excesivo, ya lo tendrían que haber hecho mucho antes".

En este caso, la calma se ha vuelto la mejor aliada de pacientes y médicos. "Vista la situación, no queda más remedio: hay que ser un poco paciente", ha sentenciado María José.

Rosa, una señora mayor que ha venido acompañada de su hija para hacerse un análisis de sangre y ha aprovechado la mañana para vacunarse de la gripe también, se ha mostrado comprensiva con los profesionales, de quienes ha subrayado que está "muy satisfecha".

"Estoy muy contenta con este ambulatorio y con mi médico", ha expresado la anciana, que también ha defendido que "todos tienen derecho a protestar, incluso los médicos".

"No sabía que había huelga", ha reconocido a Efe Manuela, una señora mayor vecina de Arc de Triomf que tenía visita hoy con su doctora de cabecera.

"He esperado un cuarto de hora en la parada del autobús. Si lo sé, no hubiera venido", se queja la paciente.

No a todos les ha hecho tanta gracia la huelga. Iñaki, un joven que se ha acercado al centro para pedir hora por unos picores en la piel, se ha ido enfadado cuando en recepción le han dado hora para dentro de dos semanas, sin concertarla porque "en dos semanas ya me habré rayado y me iré a otro sitio. Me parece bien que hagan huelga, pero que me den cita en dos semanas, no".

Y es que lo que se dilucida en esta huelga, básicamente, es tiempo, el tiempo que necesitan los médicos para atender bien a sus pacientes, pese a que muchos tienen que esperar semanas a poder ser visitados por su médico de familia.

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