Jaguar F-Type S AWD Coupé Aut. 8 vel: con pies de plomo
La tracción a las cuatro ruedas tiene defensores y detractores, como casi todo, pero es una solución que puede resultar[…]
La tracción a las cuatro ruedas tiene
defensores y detractores, como casi todo, pero es una solución que
puede resultar conveniente en las ocasiones en las que las
superficies son difíciles o bien en las que hacen viable un
deportivo que sin el nivel de conducción adecuado es mejor no
considerarlo.
Cuando llegó al mercado, el nuevo Jaguar F-Type hizo al relevo a
un modelo XK que no era, precisamente, un compendio de virtudes
dinámicas, al menos bajo los exigentes y modernos criterios
dinámicos que hoy se le piden a un automóvil de alto rendimiento.
El F-Type llegaba con un diseño que marcaba diferencias y una
ruptura con las tradicionales líneas redondeadas de la familia XK, y
con una argumentación técnica muy poderosa, pero poco proclive a
facilitar las cosas al conductor que quisiera exprimir el elevado
potencial de este deportivo.
Ahora, con la reciente entrada en la gama de la variante AWD (All
Wheel Drive), se amplía también el espectro de conductores que puede
acceder a este ultra deportivo con la tranquilidad de conducir un
coche en principio más unido al asfalto.
Con las cuatro ruedas motrices, el F-Type ha sido convertido en
un deportivo más accesible a todo tipo de conductores, de la misma
forma que ha ocurrido en otras marcas, como Porsche, que con sus
versiones de tracción integral ha abierto la puerta a automovilistas
que de otra manera no se hubieran atrevido con su eficaz deportivo
911.
Con la añadidura del sistema AWD, el F-Type, no obstante, pierde
algo de la ligereza dinámica de las opciones de dos ruedas motrices,
además del comportamiento. De claramente sobrevirador, el F-Type ha
convertido su carácter dinámico en más neutro y en algunos momentos
hasta subvirador, una naturaleza con la que va a estar más cómodo un
conductor convencional.
El sistema AWD está montado en este caso en la versión S equipada
con el motor V6 de casi 400 caballos de potencia, que exhiben una
buena conexión con el asfalto.
El F-Type lleva la firma de un mago de los diseños ampulosos y
elegantes. El protagonista es Ian Callum, al que se le reconoce
fuera de Jaguar y Land Rover por haber dejado su firma en los no
menos llamativos Aston Martin.
Callum se caracteriza por un estilo limpio que juega con la
suavidad de líneas y la incidencia de la luz sobre las limpias
superficies de sus creaciones y, en este caso, con una personalísima
identidad lumínica que no pasa desapercibida sobre el asfalto.
El estilo del F-Type hay que buscarlo en el 'concept car' CX16
presentado por la compañía en 2011 y especialmente en los rasgos
frontales, que guardan rasgos tradicionales de la firma, mientras en
la zona trasera se ha apostado por un estilo más agresivo que dibuja
nuevos rasgos para el futuro.
El deportivo, cuyo diseño bien podría perdurar en el tiempo sin
grandes dificultades, destaca por una gran anchura visual, generada
por los trazos horizontales que caracterizan la parte trasera y el
abultamiento de los pasos de rueda traseros.
En la parte trasera se ubica un alerón que se despliega cuando se
supera la velocidad de 100 km/h y no retorna a su posición hasta que
se baja de los 65 km/h. En la parte inferior trasera monta dos tubos
de escape centrales dobles.
Un elemento que diferencia al F-Type de sus competidores son las
manillas de apertura de las puertas, que permanecen ocultas cuando
el coche está cerrado y sobresalen cuando se activa la apertura del
coche. Las manillas esconden potentes LED que en este caso iluminan
la zona de acceso al deportivo.
El perfil lateral del F-Type está determinado por una línea de
cintura alta y una caída de la línea el techo que le identifica como
un coupé deportivo.
La versión S recibe sobre el resto de la gama un equipamiento
aerodinámico especial, formado por las aletas frontales bajo las
branquias de tiburón y unos estribos laterales más prominentes, cuya
función es la que sumar una mayor estabilidad a altas velocidades.
Otros rasgos que diferencian esta versión de tracción a las
cuatro ruedas son el emblema AWD, unas llantas específicas de 19
pulgadas y entradas de aire distintas en el capó.
La habitabilidad interior es la justa. Poco sitio para colocar
los dispositivos de uso cotidiano y mucho espacio en la zona
reservada para el maletero. Sorprende, porque se pueden superar los
400 litros
Las dos plazas están fuertemente marcadas por el túnel y
especialmente la del acompañante, que tiene a su lado un prominente
tirante central que le dificulta el acceso a los mandos de control
centrales.
El conductor disfruta de un puesto de conducción inspirado en la
aeronáutica, con abundancia de piel y dispositivos acabados en
aluminio, y una ergonomía que no ofrece dudas de que estamos ante un
deportivo de nivel. El tacto de todo, volante y mandos de control,
corresponde a la deportividad que se espera, y la visión del cuadro
de instrumentos y del entorno es clara.
El conjunto de todos los sistemas en el puesto de conducción crea
un ambiente muy deportivo, pero muy sofisticado también,
incrementado por una zona central en el tablero de a bordo en el que
se ubica una pantalla que facilita la gestión de numerosos
dispositivos, incluidos algunos parámetros de conducción, como los
ajustes del motor o de la suspensión
Envuelto en este ambiente y decorado con un estilo exterior de
puro músculo y un sonido de escape atronador, si se activa el
potenciador acústico, el conductor tiene que estar dispuesto a
recibir miradas y de todo tipo. Un coche, claramente, no apto para
conductores tímidos.
Característico en los F-Type es el escape activo, un sistema de
válvulas que se pone en funcionamiento de la carga del motor, lo que
permite una transformación del sonido creciente, con las
correspondientes descargas en cada cambio ascendente.
La intensidad del sonido es brutal, incluido el arranque,con
petardeos en las recogidas. Contrasta que en la reducción el sistema
atenua la sonoridad, de modo que la acústica deportiva pierde el
encanto que enamora a los más aficionados.
Este F-Type está equipado con el motor V6 de 380 caballos,
suficientes para disfrutar de una conducción deportiva razonable,
porque si se quieren emociones más radicales la opción es la R
equipado con motor V8 y la potencia cercana a los 500 caballos.
No hace falta tanto para disfrutar del F-Type, que en ambos casos
está gestionado por la caja automática de convertidor de par de ocho
velocidades denominada Quickshift, con posibilidad de accionamiento
manual, ya sea mediante la palanca habitual o las levas ubicadas
detrás del volante.
Esta caja, fabricada por la compañía especializada alemana ZF, ha
recibido los retoque técnicos necesarios para lograr unas relaciones
de cambio más cerradas para acentuar el comportamiento deportivo del
motor, en entrega de par y potencia.
La caja de cambios funciona, según la descripción del fabricante,
de una forma peculiar, ya que una vez que el sistema ha cambiado a
segunda, un embrague de bloqueo elimina el convertidor de par y crea
un acoplamiento mecánico directo entre el motor y las ruedas
motrices.
El sistema "Quickshift", cuando sube de relación, crea un sonido
del cambio mucho más corto y nítido, al tiempo que el motor utiliza
su propia inercia para dar una sensación de aceleración positiva
durante el cambio de marchas.
Para esta transmisión de ocho velocidades, la marca ha
desarrollado 25 programas de cambio con el fin de adaptar el
funcionamiento de la caja a cualquier estilo de conducción, lo que
ejecuta tras un análisis de la información recibida de los sensores
que miden la aceleración y la frenada, las fuerzas generadas en los
giros, el perfil de la carretera, entre otros parámetros.
El F-Type ha sido desarrollado sobre un bastidor de aluminio, al
que se debe que el coche supere por muy poco la carrera de los 1.600
kilos, consecuencia del sistema de tracción a las cuatro ruedas.
El trabajo de ingeniería sobre el bastidor es de muy alto nivel,
porque una de las primer sensaciones percibidas en las fases de
conducción más extrema es la gran rigidez del conjunto.
En las pruebas dinámicas de las versiones de propulsión la
conclusión dinámica respecto al eje trasero de tracción ha sido de
una gran tolerancia hasta llegar a los límites físicos.
El tren trasero en la configuración de tracción trasera avisa de
las intenciones y es relativamente fácil hacer las correcciones con
dirección y acelerador, salvo cuando la superficie es muy
deslizante.
En estas situaciones las grandes dimensiones de los neumáticos no
son los mejores aliados para solventar la situación, que puede ser
de gran brusquedad.
En este caso, la situación cambia, es bien distinta gracias a un
sistema de tracción integral que en condiciones normales mantiene el
cien por cien de la fuerza en el eje trasero, pero que reenvía al
eje delantero en función de la necesidad de tracción.
Este reparto equilibra las pérdidas de adherencia de forma muy
eficiente y hace más dócil el deportivo de Jaguar, aunque la clara
dominante sobreviradora de las versiones de propulsión se torna en
algunos momentos hasta subviradora.
El All Wheel Drive del F-Type está ligado al sistema Intelligent
Driveline Dynamics, cuyo trabajo es el de repartir el par en curva
frenando de forma selectiva las ruedas interiores y gestionando el
el diferencial mecánico de deslizamiento limitado y el control de
estabilidad. El resultado es un comportamiento más neutro del coche
y una buena conexión de la caballería al asfalto.
Un inconveniente del sistema de tracción integral es un mayor
peso y rozamientos mecánicos, lo cual se traduce en un consumo de
combustible mayor, aunque no es dramático, ya que no llega al medio
litro de diferencia.
El F-Type AWD es un deportivo ágil en curva, aunque algo menos
que el de dos ruedas motrices. Con esta variante mecánica hay que
encarar bien el inicio de los giros para evitar el subvirado o
predominancia del eje delantero, para poder salir con consistencia y
sin grandes exigencias del sistema All Wheel Drive.
Vistas sus cualidades, esta combinación -motor V6 de 380 caballos
y cuatro ruedas motrices- es una buena elección de compra para
quienes quieren disfrutar de un deportivo sin complicarse la
existencia a sus mandos, y a un precio razonable teniendo en cuenta
sus virtudes y estilo, además de sus alternativas en el mercado.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
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Longitud 4,470 m.
Anchura 1,923 m.
Altura 1.311 m.
Distancia entre ejes 2.622 m.
Vía delantera 1,597 m.
Vía trasera 1,649 m.
Peso 1.674 kg
Capacidad depósito 70 l.
Capacidad maletero 315 l. con bandeja
407 l. sin bandeja
Coeficiente aerodinámico (Cx) N.D.
Posición motor Delantero, longitudinal
Alimentación Inyección directa.
Compresor e intercooler.
Presión de alimentación
150 bar
Cilindros 6 en V (24 válvulas)
Cilindrada 2.995 c.c.
Potencia máxima 380 CV a 6.500 rpm
Par máximo diesel 460 Nm a 3.500-5.000 rpm
Transmisión Automática Quickshift
de 8 velocidades
Tracción 4x4
Velocidad máxima 275 km/h
Aceleración 0-100 5,1 s.
Consumo medio 8,9 l.
Emisiones CO2 210 g/km
Impuesto de Matriculación 14,75 %
Dirección Asistida electromecánica
Diámetro de giro 11,5 m.
Frenos delanteros Discos ventilados (380 mm)
Frenos traseros Discos ventilados (325 km)
Suspensión delantera Paralelogramo deformable
Suspensión trasera Paralelogramo deformable
Neumáticos delanteros 245/40 R 19
Neumáticos traseros 275/35 R 19
Precio 98.600 euros
RESTO DE GAMA
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Versión Cilindrada POT. PVP
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Coupé
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Coupé 3.0 V6 Aut. 8 vel. 2.995 c.c. 340 CV 75.250
Coupé 3.0 V6 2.995 c.c. 340 CV 75.300
S Coupé 3.0 V6 2.995 c.c. 381 CV 89.000
S Coupé 3.0 V6 Aut. 8 vel. 2.995 c.c. 381 CV 91.750
S AWD Coupé 3.0 V6 Aut. 8 vel. 2.995 c.c. 380 CV 98.600
R Coupé 5.0 V8 Aut. 8 vel. 5.000 c.c. 550 CV 122.950
R AWD Coupé 5.0 V8 Aut. 8 vel. 5.000 c.c. 550 CV 129.800
Convertible
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Convertible 3.0 V6 Aut. 8 vel. 2.995 c.c. 340 CV 83.250
Convertible 3.0 V6 2.995 c.c. 340 CV 83.300
S Convertible 3.0 V6 2.995 c.c. 381 CV 97.000
S Convertible 3.0 V6 Aut. 8 vel. 2.995 c.c. 381 CV 99.750
S AWD Convertible 3.0 V6 Aut. 8 vel. 2.995 c.c. 381 CV 106.600
R Convertible 5.0 V8 Aut. 8 vel. 5.000 c.c. 550 CV 130.950
R AWD Convertible 5.0 V8 Aut. 8 vel. 5.000 c.c. 550 CV 137.800
COMPETENCIA DIRECTA
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Modelo Cilindrada POT. PVP
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BMW i8 1.497 c.c. 362 CV 139.200
Porsche 911 Carrera Coupé PDK 2.981 c.c. 379 CV 111.510
EFE
fam
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