Tome medidas para que no se achicharren sus inversiones

Lo decía Carlos García Ciriza, presidente de Aseafi y socio de la EAFI C2 Asesores Patrimoniales. «Últimamente los veranos suelen[…]

Lo decía Carlos García Ciriza, presidente de Aseafi y socio de la EAFI C2 Asesores Patrimoniales. «Últimamente los veranos suelen ser emocionantes y este año no va a ser menos». Tiene razón. Los meses de descanso por excelencia se presentan siempre muy movidos. Y este ejercicio no será una excepción. Se equivocan quienes piensan que el acuerdo alcanzado entre Grecia y Europa acaba con los problemas que atravesaban en las últimas semanas los mercados. Este viaje a ninguna parte del primer ministro griego Alexis Tsipras y el vapuleo recibido en Bruselas, que ha dejado a su país al borde del precipicio, tendrán consecuencias muy graves.
Lo mismo sucede con China y el desplome de su mercado. Aunque es verdad que el Gobierno del país asiático ha reaccionado con rapidez, veremos si las medidas adoptadas pueden frenar los primeros síntomas de pinchazo de una triple burbuja: bursátil, crediticia e inmobiliaria. Tampoco hay que olvidar la cercanía en el tiempo de la subida de tipos en Estados Unidos. Y por medio, ha dado comienzo una nueva temporada de resultados empresariales.

Un cóctel de acontecimientos ante los que el inversor debe estar preparado, porque se espera una alta volatilidad en las próximas semanas. En este número damos una serie de consejos y recomendaciones para que sus inversiones no se quemen este verano. Y que, en el caso español, se pueden extender hasta el otoño. Porque pronto comenzará a cotizar las elecciones generales que se celebrarán antes de que finalice el año. 

El repaso que Bruselas ha dado a Syriza abre nuevas perspectivas electorales en España. Los que animaban a Mariano Rajoy a adelantar las elecciones para frenar la sangría de votos que se espera en el PP no han acertado. La estrategia del presidente del Gobierno de no hacer nada, de esperar a que los problemas se solucionen con el paso del tiempo ya da sus frutos. La humillación de Tsipras es también la humillación de Pablo Iglesias y de Podemos. Ha quedado claro que otra forma de hacer política con los «halcones» europeos no es posible. Además, en el caso de la formación española, la desmedida ambición de Iglesias por conseguir el poder a cualquier precio seguro que le pasa factura. No sólo en China pinchan las burbujas.

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