El sector bancario vuelve a desestabilizar los mercados
Es cierto que este año todo se torció desde el principio con las dudas sobre el crecimiento económico de China[…]
Es cierto que este año todo se torció desde el principio con las dudas sobre el crecimiento económico de China y la fuerte caída del precio del crudo. Pero 45 días después del arranque del ejercicio y con pérdidas de más del 20 por ciento en algunos índices, el centro de atención se ha trasladado a la banca europea. Preocupa, además de la escasa rentabilidad de su negocio por la política del BCE de tipos de interés muy bajos, su exposición al sector petrolero, no sólo por los préstamos concedidos a las compañías del sector, cuyas pérdidas potenciales estarían alrededor de los 27.000 millones de dólares, sino por otras ramificaciones, especialmente, por la financiación de empresas dedicadas al trading con materias primas, donde la cifra superaría los 200.000 millones de dólares.
Las pérdidas en Bolsa han sido cuantiosas para todas las acciones bancarias europeas, pero especialmente para el Deutsche Bank y las entidades italianas y griegas. El banco alemán ha hecho algo inédito, que no se veía desde la crisis financiera. Tuvo que lanzar un mensaje institucional para defender su solvencia y garantizar que hará frente a todas sus obligaciones de pago. La entidad financiera más importante de Alemania, que en el año 2015 perdió 6.700 millones de euros, reaccionaba así a las numerosas comparaciones de su situación con la de Lehman Brothers y a las dudas sobre si podría pagar los intereses de sus emisiones de mayor riesgo.
Y en Italia, la creación de un banco malo no ha servido para frenar la desconfianza que generan las entidades financieras del país, porque se teme que el deterioro de sus activos más problemáticos sea mayor de lo esperado. Y es posible que sean necesarias otras medidas para conseguir un mayor saneamiento y capitalización, como se hizo en su momento con la banca española. Su principal índice bursátil, el Ftse MIB de Milán, ha caído a plomo estos días y las acciones bancarias italianas han perdido casi la mitad de su valor en este inicio de año. Un desplome que también se ha visto en los bancos griegos, que han recuperado esta semana el protagonismo negativo de los últimos meses.
En el caso español, además, hay que unir la incertidumbre política que irá creciendo conforme se acerque la fecha del pleno de investidura. Por todo esto y mucho más, en estos días, cuidado con los falsos rebotes.