El resultado electoral evita la capitulación de las bolsas
El claro triunfo del Partido Popular en las elecciones generales ha sido el torniquete que necesitaban las bolsas para detener[…]
El claro triunfo del Partido Popular en las elecciones generales ha sido el torniquete que necesitaban las bolsas para detener la grave hemorragia sufrida desde que se conociera la decisión del pueblo británico de abandonar la Unión Europea. El Ibex-35, que curiosamente en la jornada del 24 de junio registró la mayor caída de su historia, ha marcado esta semana el camino de la resurrección al resto de los índices mundiales. Y todo gracias a que los resultados del 26-J rompieron los pronósticos y se acercaron notablemente a los deseos expresados por el mercado: triunfo del Partido Popular que si logra el apoyo de Ciudadanos se acerca a la mayoría absoluta.
Ya comentábamos la semana pasada que tras la celebración del referéndum en el Reino Unido toda la tensión se trasladaba a la jornada electoral que se iba a celebrar en España. Después de la conmoción mundial provocada por el 'Brexit', si en nuestro país, como apuntaban las encuestas, triunfaba la izquierda populista, el desastre y el nerviosismo en los mercados no hubiese tenido fin.
Las Bolsas han respirado, aunque con susto inicial, porque la primera encuesta celebrada a pie de urna, por encargo de TVE, situaba al líder de Podemos, Pablo Iglesias, camino del complejo de la Moncloa. Estaba a punto de desencadenarse otro terremoto, de menores dimensiones que el 'Brexit', pero con epicentro en territorio español. Los votantes, sin embargo, se expresaron de forma contundente. Una amplia mayoría no es partidaria de aventuras populistas.
Esto, lógicamente, no quiere decir que el panorama esté completamente despejado para los mercados. El resultado electoral, como decía, ha servido de torniquete para frenar la hemorragia, pero la herida está ahí, sin cerrar. Y por lo que se va conociendo estos días, nos va a llevar mucho tiempo. Por eso, vendrán nuevos episodios de caídas y volatilidad, dependiendo de cómo se aborden las negociaciones para la salida del Reino Unido de la Unión Europea, de los pasos que se den para consolidar el futuro de Europa y también de cómo Mariano Rajoy se mueva para conseguir los apoyos necesarios que le permitan formar un Gobierno estable. Cautela si quiere aprovechar las oportunidades que ha dejado la caída, porque esto no ha acabado todavía.