Confirman la expulsión de la veterinaria de Vidreres del colegio profesional
El juzgado número 1 de Girona ha ratificado la resolución de julio del año pasado del Colegio Profesional de Veterinarios[…]
El juzgado número 1 de Girona ha ratificado la resolución de julio del año pasado del Colegio Profesional de Veterinarios de Girona que acordó la expulsión de la veterinaria de Vidreres Natalia Ràfols por reiteradas infracciones y repetidos incumplimientos de los acuerdos del Colegio.
La sentencia, de 31 de julio de 2017, desestima el recurso contencioso administrativo interpuesto por la veterinaria de Vidreres contra la Resolución de fecha 4 de octubre de 2016 por la que ya se acordó desestimar el recurso potestativo de reposición interpuesto por ella contra la Resolución de fecha 13 de Julio de 2016 del Colegio, que le impuso de sanción la expulsión colegial.
La expulsión fue debida a "la reiteración en la comisión de infracciones y los repetidos incumplimientos de los acuerdos del Colegio Profesional de Veterinarios de Girona y demás obligaciones establecidas en las normas y Estatutos colegiales, declarando la actuación administrativa ajustada a derecho"
Natalia Ràfols fue inhabilitada por el Colegio de Veterinarios en 2012 a raíz de la gran cantidad de denuncias que llegaban por mala praxis, pero a pesar de la medida adoptada por el colegio la mujer continuó ejerciendo, le cerraron la clínica por insalubridad pero iba a casas particulares, e incluso tiene una tienda de animales abierta en Vidreres.
Desde 2015 los Mossos d'Esquadra habían recibido varias denuncias contra esta mujer, en algunos casos porque no llegó ni a enseñar los cadáveres muertos a sus propietarios y en otras por haber hecho operaciones quirúrgicas en las que los animales no habían mejorado o había cobrado por chips que no había implantado a los animales.
En octubre de 2016 fue condenada a pagar una multa de 900 euros por haber operado al menos un animal a pesar de estar inhabilitada, y ese mismo mes la junta del Colegio, teniendo en cuenta su expediente, acordó expulsarla, una decisión que recurrió y que ahora se ha visto confirmada.
A finales de febrero de este año los Agentes Rurales, que la tenían controlada desde hacía tiempo, encontraron 87 cadáveres de gatos y perros en una zona boscosa situada a en cala Salionç en Tossa de Mar, en la finca de su madre.
Ahora la sentencia del Contencioso administrativo num. 1 de Girona "no aprecia falta de proporcionalidad en la imposición de la sanción y acreditada la falta cometida, procede el rechazo de la pretensión actora" y desestima su recurso presentado contra la expulsión del colegio. EFE.
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