Los halcones vuelven a ganar: el BCE mantiene los tipos pese a la caída de la inflación
El mercado interpreta que el Christine Lagarde ha allanado el camino para un recorte de los tipos de interés en el mes de junio
Los halcones del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo han vuelto a imponer su visión en la última reunión, celebrada este jueves.
Al menos, eso es lo que se traduce de la nota de prensa que ha enviado la institución después del encuentro, en la que el BCE informa de que mantiene los tipos de interés inalterados en el 4,5 por ciento (lo esperado) y en la que ha insistido en que "los tipos de interés oficiales se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario” para controlar la inflación.
El control de precios por encima del crecimiento
De este modo, el Banco Central Europeo ha vuelto a poner el acento en el control de precios por encima del crecimiento, pese a las señales de frenazo de la economía, que el comunicado también constata, al menos en el corto plazo.
“Los expertos del BCE han revisado a la baja su proyección de crecimiento para 2024 hasta el 0,6 por ciento y se espera que la actividad económica se mantenga moderada a corto plazo”, apunta el comunicado.
Si bien, el BCE cree que la economía se irá recuperando gradualmente este año, para crecer un 1,5 por ciento en 2025 y un 1,6 por ciento en 2026, respaldada por el consumo y la inversión.
Asimismo, Christine Lagarde destacó el hecho de que el desempleo se encuentre en mínimos históricos de la zona euro, en un comentario que podría ser interpretado como 'hawkish', al facilitar la continuidad de la política monetaria restrictiva.
El BCE reduce las previsiones de inflación
Con su decisión, el BCE mantiene los tipos en máximos desde 2001 pese a la caída de la inflación detectada desde la última reunión y al recorte de las previsiones de IPC (especialmente para 2024), debido a una menor contribución de los precios de la energía.
Así, los expertos del BCE prevén ahora que la inflación se situará en el 2,3 por ciento en 2024; en el 2 por ciento en 2025; y en el 1,9 por ciento en 2026 (cumpliendo ya el objetivo de precios del BCE, de situarse ligeramente por debajo del 2 por ciento).
Asimismo, también la inflación subyacente caerá más de lo previsto, hasta el 2,6 por ciento en 2024; el 2,1 por ciento en 2025; y el 2 por ciento en 2026.
Pero, aun así, el comunicado menciona que "las presiones inflacionistas internas siguen siendo intensas", debido "al fuerte crecimiento de los salarios", lo que explica por qué han decidido mantener los tipos de interés en niveles tan restrictivos.
De hecho, los salarios son una de las cuestiones clave mencionadas por la propia Lagarde en la anterior reunión, de cara a valorar posibles bajadas de los tipos de interés. A ese respecto, Lagarde ha dicho que las presiones siguen siendo "robustas" aunque aprecia señales a la baja.
El BCE se alinea con la Fed
Con su decisión de hoy, el Banco Central Europeo se ha alineado con la Reserva Federal Estadounidense, que esta misma semana también alejó las expectativas de bajadas de los tipos de interés en el corto plazo.
Si bien, también se han apreciado señales de moderación en el discurso de Lagarde respecto a un posible cambio de la política monetaria, más en el medio plazo.
En concreto, el mercado ha interpretado la caída de las expectativas de inflación, más acentuada de lo previsto, como una pista de que la institución podría acometer un primer recorte de tipos en junio.
"Tanto las previsiones de inflación general como las de la subyacente para 2024 y 2025 se revisaron a la baja, lo que sugiere que el BCE está cada vez más convencido de que la inflación se dirige rápidamente hacia su objetivo del 2 por ciento. Esperamos que el primer recorte de tipos se produzca en junio, una vez que el Consejo de Gobierno haya tenido a la vista los datos salariales del primer trimestre", ha escrito Felix Feather, economista de Abrdn, al respecto.
De hecho, la propia Lagarde ha hecho una alusión al mes de junio en la rueda de prensa que ha ofrecido tras la reunión.
En concreto, preguntada por un posible recorte de los tipos, ha dicho que en abril no dispondrá probablemente de datos suficientes para adoptar una decisión de ese tipo, mientras que en junio "habrá más datos".