¿Conviene invertir en oro para protegerse del enfrentamiento entre EE.UU. y Corea?

El metal precioso ha subido al calor del cruce de amenazas entre Donald Trump y el Gobierno norcoreano. Algunos expertos lo ven por encima de los 1.300 dólares, pero hay otros que creen que el efecto alcista será fugaz.

El precio de la onza de oro acumula una revalorización del 11% en lo que llevamos de año: lo comenzaba en el entorno de los 1.160 dólares y ya se cambia por 1.285 dólares, un nivel que sólo se aproxima a los máximos anuales que marcaba muy cerca de los 1.300 dólares en dos momentos de este mismo ejercicio, a mediados de abril y a principios de junio. Si el metal precioso ha vuelto al centro de la actualidad ha sido por el incremento de la aversión al riesgo que ha conllevado la escalada de amenazas entre Corea de Norte y el presidente estadounidense, Donald Trump.

Los periodos de aversión al riesgo suelen llevar consigo subidas de los activos refugio y uno de los más significativos es el oro. De hecho, en las dos jornadas que llevamos de crisis geopolítica, el precio del oro ha subido de niveles por debajo de los 1.260 dólares hasta superar los 1.285 dólares, es decir, más de un 2%.

La subida del oro y la caída de la Bolsa americana ha provocado que el primero ya sea más rentable este año que la segunda. En realidad, durante todo el ejercicio han estado rivalizando en rentabilidad y casi todo el tiempo el metal precioso ha sido el que se ha ido llevando el gato al agua. Eso, hasta principios del mes de julio, cuando todo parecía comenzar a jugar a favor de la Bolsa, quizás por el apoyo prestado por los buenos resultados empresariales del segundo trimestre. Pero Donald Trump y Corea del Norte han terminado por inclinar la balanza otra vez a favor de la onza.

¿Continuará subiendo el precio del oro? Quizás no haya que ser demasiado optimista con el metal amarillo: "Basados en nuestro análisis, las tensiones geopolíticas suelen proporcionar tan solo un impulso temporal a los activos refugio dentro del segmento de las materias primas, como el oro o el crudo", comenta Norbert Rücker, de Julius Baer. Las tensiones geopolíticas, en definitiva, únicamente alimentan un fugaz sentimiento alcista, pero sin que ello llegue a tener un impacto significativo en la situación precedente. Y Rücker cree que el caso de las tensiones alrededor de Corea del Norte no va a ser diferente. 

De hecho, Rücker ve síntomas no demasiado halagüeños para el oro incluso estos días: las posiciones en oro físico han seguido cayendo esta semana, lo que indica que los inversores no son muy propensos a acumular oro físico para protegerse de las turbulencias. Y, como conclusión, este experto afirma: "La previsión de un dólar recuperando fuerza, las expectativas de subidas de tipos y la complacencia existente respecto a la situación económica global no proveen una guía clara para el oro y para la demanda inversora de oro".

Tal y como comenta Ric Spooner, de CMC Markets en Asia-Pacífico, la primera reacción del oro a la tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte ha sido bastante modesta y eso es lo que hay que esperar: "Las perspectivas de una escalada real (entre EE.UU. y Corea del Norte) son, hasta ahora, bastante limitadas, aunque para la comunidad inversores, incluso un poco de guerra retórica en los próximos días sería suficiente para ver algo más de compra de activos refugios", señala Spooner.

Quizás por ello, ante los riesgos geopolíticos, el gestor del mayor 'hedge fund' del mundo, de Bridgewater Assoc., Ray Dalio, ha recomendado a los inversores que consideren mantener entre un 5% y un 10% de su cartera invertida en oro como protección. Y no sólo apunta el peligro de choque entre Estados Unidos y Corea del Norte. También señala que más adelante existe el riesgo de que el Congreso no acuerde la elevación del techo de deuda, lo que llevaría a un impago técnico de EE.UU. y a un cierre temporal del Gobierno. 

Desde ETF Securities, Nitesh Shah echa un poco la vista atrás y apunta que el reciente fortalecimiento del dólar (quizás desde principios de julio, cuando se cambiaba por alrededor de 1.210 dólares) tiene que ver con la caída del dólar, además de con las incertidumbres políticas alrededor de la Administración Trump tras el despido de su director de comunicaciones, entre otros hitos importantes. Este experto esperaba que el oro se mantuviera en el entorno de los 1.250 dólares hasta final de año, aunque matizaba que sólo en ausencia de 'shocks'. 

Publicidad
Publicidad

De acuerdo con Ole Hansen, jefe de estrategias en materias primas de Saxo Bank, una corrección del mercado de acciones (la que puede estar teniendo lugar ahora como consecuencia de las tensiones geopolíticas) es la que puede llevar al precio del oro a los 1.300 dólares. Además, sitúa su objetivo para final de año en el entorno de los 1.325 dólares, dado que considera que la superación de la barrera de los 1.300 dólares la onza puede atraer el interés de los fondos de inversión basados en la macro y el 'moméntum'. Al margen de cuestiones geopolíticas, Olsen apunta que al oro (y también a los bonos) le puede ayudar una inflación más baja y que el ciclo de aumento de los tipos de interés esté por terminar. 

¿La plata también se ha beneficiado de este tirón alcista por los riesgos geopolíticos? En los últimos días también ha registrado un tirón alcista desde los 16,25 dólares por tonelada hasta superar los 17 dólares, es decir, prácticamente se ha anotado un 5%, lo que coincide con su revalorización en el año. Y eso que desde que marcara mínimos anuales a finales del mes de junio en los 15,5 dólares por tonelada se anota más de un 10%. En todo caso, se encuentra muy lejos de los máximos anuales que marcó en los 18,50 dólares por tonelada a mediados del mes de abril y es uno de los metales que peor se comporta este año.

En portada

Noticias de