Cómo sacar partido a la guerra de divisas

El mayor mercado del mundo es el de divisas, que mueve cada día cerca de cuatro billones de dólares, cantidad[…]

El mayor mercado del mundo es el de divisas, que mueve cada día cerca de cuatro billones de dólares, cantidad equivalente casi tres veces el PIB español. En un solo día se negocia en divisas apenas un billón de dólares menos de lo que produce China... en todo un año.

Este mercado tan gigantesco, el único auténticamente global, no es apto para pequeños jugadores. A no ser que cuenten con los productos y herramientas adecuadas. Y que estén dispuestos a asumir grandes riesgos. Si en cualquier mercado es difícil prever los movimientos de los precios, en el de divisas lo es aún más, ya que las magnitudes que se mueven son enormes y reaccionan a casi cualquier noticia en cualquier parte del mundo. A lo más que debe aspirar un inversor en divisas es a subirse a tiempo a una tendencia alcista ya iniciada y a bajarse también antes de que termine... o poco después, antes de que el mercado se dé la vuelta de golpe y la divisa en la que hayamos invertido pierda en pocas horas lo que antes había ganado.

Para operar en este mercado, además, lo más ágil es hacerlo con productos derivados (contratos por diferencias, opciones y futuros, warrants...), pero hay que conocerlos muy bien y ser consciente del elevadísimo riesgo que implican: se puede ganar mucho o perderlo todo con igual celeridad.

Otra posibilidad es invertir vía fondos de inversión (si es a largo, aunque también a largo las divisas pueden dar muchas vueltas) o fondos cotizados (a más corto plazo y con mucha menor complejidad que los derivados).

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